Joven padre pide justicia: no lo dejan ver a su hija desde hace siete meses
MÉRIDA.- Con un emotivo video que comparte en redes sociales, el joven padre Gerardo Esparza Coral clama por volver a ver a su hija, ya que su ex pareja no permite que la vea desde hace siete meses.
La ex no deja que Gerardo tenga contacto con la niña ni siquiera vía telefónica.
El joven padre, quien se dedica a la animación infantil, asegura que la alienación parental está al 100, ya que la mujer «envenena» a la pequeña diciéndole que su padre la abandonó, cuando no es así y si no está cerca de ella es porque no se lo permiten.
Ella también se dedica a ofrecer shows infantiles y fue así como se conocieron, y luego de un noviazgo breve decidieron unir sus vidas, fruto de lo cual nació la niña que ahora está en medio de una disputa legal por la custodia.
El joven asegura que durante el tiempo que estuvieron juntos vivió violencia física y emocional, por lo cual decidió poner fin a la relación, por salud mental de él y de la niña.
Sin embargo, asegura que su ex pareja no quiere llevar la fiesta en paz y armó una escena violenta para que Gerardo ya no pudiera ir a visitar a la niña. Ese día incluso llegó la policía, por lo cual el joven ya no puede acercarse al domicilio.
Esparza Coral interpuso una demanda ante la juez de lo familiar Juliana Hortensia Soberanis Santana, titular del Juzgado Quinto de Oralidad Familiar, quien no le ha tomado interés al caso, al parecer porque se trata de la demanda de un hombre solicitando la custodia de su hija.
Gerardo asegura que ha presentado todas las pruebas de la violencia a la que está expuesta la niña bajo la custodia de la madre, pero la juez no se ha pronunciado.
«Mi hija corre un riesgo latente, ya que lamentablemente la mamá tiene un problema de salud emocional muy fuerte al grado de atentar contra ella», denuncia el padre.
«La fiscalia y el juzgado tienen conocimiento y no han resuelto y ni siquiera tengo convivencias, que es un derecho de mi hija convivir conmigo, pero la mamá ha denunciado falsamente violencia, la cual ya es un patrón de las mujeres con el solo dicho les dan medidas de protección, lo cual evita acercarme para convivir con mi niña», expone desesperado el joven padre.
«Lamentablemente entre la pandemia, burocracia y una dilación del proceso, denuncias falsas y una violencia de género, tengo siete meses de no tener contacto con mi niña, y estoy preocupado por la violencia que pueden ejercer emocionalmente contra mi niña o hasta posible omisión de cuidados», relata Gerardo.
El joven pidió la intervención de las autoridades para que velen por el interés superior de la menor, a fin de que pueda tener las condiciones adecuadas para su desarrollo físico y emocional en un ambiente de amor, tranquilidad y bienestar.
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