México, origen de los dos sabores más populares: imparten taller sobre la vainilla en Nolo

MÉRIDA, Yucatán.- Los dos sabores más populares del planeta son de origen mexicano. El chocolate y la vainilla se consumían ya en el país siglos antes de que llegaran los españoles a América, se puso de manifiesto durante reciente taller que un especialista impartió en Nolo, comisaría de Tixkokob, Yucatán. 

“La vainilla es el segundo sabor más popular del mundo, sólo después del chocolate, y se obtiene de los frutos beneficiados de una planta de origen mexicano conocida como vainilla”, afirmó el instructor del curso, el biólogo David Moreno Martínez, quien cuenta con la maestría en Ecología Tropical por la Universidad Veracruzana de Xalapa.

Durante el taller “Cultivo integral de vainilla”, financiado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), a través del Programa Apoyos para el Desarrollo Forestal Sustentable 2022, el ejido de Nolo y la asociación civil PIMVS Tumben Kuxtal, que funge como asesora técnica,  propusieron introducir en esa zona el cultivo de esa valiosa y exótica orquídea.

Con la propuesta técnica “Aprovechamiento forestal no maderable a través del cultivo, establecimiento y el manejo de la vainilla en el ejido Nolo, Yucatán”, se busca capacitar e introducir  el cultivo de la vainilla en sistemas agroforestales con especies maderables, melíferas y frutales que hay en el ejido, por medio de productores que participan en el programa federal Sembrando Vida.

Para subrayar las necesidades de capacitación se subrayó lo siguiente:

  1. Es una especie forestal que se está incorporando en algunos sistemas agroforestales del ejido, pero se carecía de capacitación técnica básica.
  2. La vainilla (Vanillaplanifolia) es una especie trepadora que puede establecerse en áreas bajo sombra denominado sistema de acahual, pues en el ejido se cuenta con áreas arboladas con parches de vegetación con predominancia de la especie ts’its’ilché (Gymnopodiumfloribundum).
  3. El cultivo de vainilla es una actividad de bajo impacto que ayudará a conservar y proteger la biodiversidad presente en los agroecosistemas.

Con 10 años de experiencia en el cultivo, manejo y aprovechamiento de la vainilla y orquídeas en general, manejo de vida silvestre, transferencia de tecnologías y ecotecnias, el instructor jarocho encabezó seis sesiones y/o módulos cubriendo temas como: ¿Qué es eso de la vainilla?; especies, variedades y cultivares de vainilla; historia natural de la especie; cultivo de la vainilla en México; sistema de cultivo de la vainilla; planeación de un cultivo de la vainilla; manejo y mantenimiento de una plantación; nutrición; preparación y estimulación para floración; polinización, desarrollo de fruto y cosecha; plagas y enfermedades y caída del fruto.

El especialista comentó “La vainilla era utilizada por las antiguas civilizaciones mesoamericanas y era recolectada de las selvas del Sureste mexicano. Los aztecas la llamaban tlilxochitl, los totonacos le decían xanath y los mayas, sisbic. En el México prehispánico la vainilla era utilizada para aromatizar el xocolatl, que se mezclaba junto con el cacao, la  miel, el maíz y hasta algunas especies como chile y achiote formaban esta prodigiosa bebida”. 

También dijo que de México la planta salió a los jardines botánicos de Europa y posteriormente a las colonias al sur de África y las islas del Océano índico. Hasta antes de 1840 únicamente en México se producía la vainilla y a partir de este periodo el cultivo se intensifico y popularizo en países como Madagascar, que hoy es el principal productor mundial junto con Indonesia. 

México hoy no produce ni el 10% de la vainilla del mundo, a pesar de ser el país de origen de la especie. Por ello hoy existen iniciativas de promocionar e impulsar un cultivo totalmente nuestro. Tradicionalmente el estado de Veracruz ha sido el más conocido por su tradición en el cultivo, sumándose estados como Puebla, Oaxaca y Chiapas. 

El cultivo de vainilla en el ejido Nolo representa todo un reto por dos condiciones ambientales que se deben cuidar puntualmente: la temperatura y los requerimientos de agua y humedad. Para enfrentar estos retos, los ejidatarios aprendieron que las selvas y remanentes de vegetación donde abunda el ts’its’ilché y otros árboles de sombra permanente, como el ramón, pueden crear un ambiente propicio para que la planta se desarrolle exitosamente. 

El ts’its’ilché tiene una altura idónea, ramas que pueden podarse y acondicionarse para que el bejuco de la vainilla crezca a una altura máxima de dos metros y sobre todo que este árbol produce una buena cantidad de materia orgánica ideal para nutrir a la planta y almacenar humedad.  

Otra alternativa visualizada por los productores es que el cultivo de la vainilla pueden realizarlo en los traspatios o solares de sus viviendas, donde pueden tener de 20 a 30 plantas y cuyo manejo puede hacerse colectivamente con la familia y con ello continuar con la tradición maya del manejo diversificado en los solares como una alternativa agrícola y de ingresos económicos.