MÉRIDA, Yucatán.- Aunque institucionalmente se abstuvieron de opinar, pues aseguraron que están más enfocados en su labor como funcionarios de la 4T, trascendió que el rompimiento del pacto de unidad que hicieron el grupo Tabasco y Verónica Camino Farjat no dejó nada contentos a Joaquín Díaz Mena y a Rogerio Castro Vázquez.

Sin embargo, no les sorprende la actitud de la senadora, quien a falta de base en Yucatán se agarra de donde puede, incluso del grupo Tabasco que encabeza Andrés Peralta Rivera, delegado de Gobernación en Yucatán, originario de la tierra de AMLO y quien cada vez que puede maltrata a los morenistas yucatecos, incluida la propia Verónica Camino.

«Que no ma…», fue la expresión de uno de los tres firmantes del pacto de unidad. «Que le vaya bien (a Verónica Camino)», fue el dicho del otro.

Si bien Verónica se caracteriza por sus traiciones, los morenistas yucatecos consideran que el problema principal es Andrés Peralta, quien es prepotente y grosero con todos los grupos, hasta con la misma senadora Camino, y la realidad es que después de esas actitudes ya nadie le hace caso al delegado tabasqueño.

El «espaldarazo» a Verónica Camino fue iniciativa del propio Andrés Peralta, quien no tiene fuerza y quiere hacer equipo con alguien, pues tampoco tiene buena relación con la presidenta del partido en Yucatán, Alpha Tavera Escalante.

El anhelo de los morenistas yucatecos es que esa delegación (de Gobernación) esté en manos de un yucateco, para que no venga gente externa a dañar lo que se hace.

Hoy Peralta busca cobijo dónde sea y sin importarle las formas. Tampoco le importa mucho la suerte de Morena en Yucatán, total él algún día se va a ir y tiene un puesto asegurado, pero el daño que hace puede hundir a Morena y dejar a Yucatán como el único estado del sur donde la 4T no podrá entrar.