MÉRIDA, Yucatán.- Conmovidos por la triste muerte de Iker, un niño chiapaneco de siete años, vendedor de flores, que falleció atropellado en el norte de Mérida, ciudadanos y organizaciones civiles programaron una manifestación pacífica para solicitar a las autoridades acciones inmediatas para combatir la trata de personas procedentes de Chiapas.

La concentración, programada en la avenida Líbano con calle 1-H, en el lugar donde una camioneta de lujo atropelló y mató a Iker, quien vendía flores en ese crucero.

Lo más grave del caso son los antecedentes que se tienen de la trata de personas de Chiapas, las cuales realizan mafias de caciques de ese estado, que obtienen abundantes ganancias por traer gente para vender y pedir limosna en calles de ciudades de Yucatán y Quintana Roo.

Hay casos en que son los propios padres los que entregan a niños y mujeres para trasladarlos a las ciudades. Durante varios meses no ven dinero porque antes de poder ganar tienen que pagarles a los mafiosos.

Los familiares se quedan en Chiapas y los niños y mujeres que están en Mérida les envían dinero. Cuando les preguntan si tienen familiares en la ciudad, si es que acceden a responder, dicen que viven con sus tíos en Mérida.

Estos mafiosos ni siquiera los ven como personas, solo como alguien que les deja ganancias. Esto puede verse en el caso de Iker, pues nadie ha reclamado su cuerpo.

Sobre la camioneta que lo atropelló, versiones de redes sociales mencionan que se trata de una mujer que luego de arrollarlo se dio a la fuga. Poco después volvió a la escena, pero huyó de nuevo al enterarse que Iker estaba muerto.

Dejó abandonada su camioneta en la avenida Itzaes, donde se subió a un auto de otras personas que la ayudaron a escapar.