BACALAR, Quintana Roo.- Ciudadanos, centros culturales, centros comunitarios, académicos, investigadores y organizaciones no gubernamentales llaman a suspender las obras del proyecto Tren Maya en el tramo Bacalar-Chetumal por los graves daños que la obra está ocasionando al ecosistema y que afecta el flujo natural del agua entre lagunas, humedales, el río Hondo y el mar Caribe en el sur de Quintana Roo.

A través de una carta abierta, respaldada por más de 150 personas, dirigida al presidente de la República, a la Semarnat, a la Sedena y al Fonatur exponen que la decisión de construir la vía del tren sobre el humedal en los municipos de Bacalar y Othon P. Blanco pone en riesgo la salud de todo el sistema lagunar y es una enorme equivocación que traerá consecuencias negativas para los frágiles ecosistemas que conforman esta región.

En la carta exigen avanzar hacia un proceso sin prisas que abra espacios para consultar a la población, consultar a los investigadores y realizar un conjunto de estudios que permitan la toma de acuerdos y decisiones responsables.

Acusan que por razones de presupuesto y tiempos políticos se ha priorizado la celeridad y la urgencia de terminar la obra sin una estrategia de prevención de impactos basada en la planeación de acuerdo con la naturaleza de los ecosistemas.

Una obra de esta magnitud sin la planeación y los estudios necesarios, indica el documento, constituye una amenaza para el bienestar y la seguridad de las poblaciones locales quienes nunca fuimos consultadas y atenta contra nuestro derecho a un medio ambiente sano.

Además señalan que es una irresponsabilidad de parte de la SEDENA y las autoridades ambientales que hayan definido el trazo de las vías por este lugar porque ello conlleva “el relleno de varios kilómetros de humedales, afectando los flujos naturales y por ende la temperatura, el color y el caudal que ellos regulan”.

Los firmantes de la carta afirman que han constatado que en la construcción de la vía del tren no se está tomando en cuenta el enorme valor de los humedales, ni se ha dado la importancia debida a los procesos de conectividad entre ecosistemas acuáticos.

La falta de cuidado, planeación y responsabilidad por parte de la SEDENA es evidente, ante lo ocurrido recientemente en el estero de ‘Chac’, al sureste de la laguna de Bacalar, y lo que estará por ocurrir a lo largo del tramo de vías que corre al oeste de la laguna de Bacalar y hasta la ciudad de Chetumal, en donde la construcción de un camino basado en el relleno de sascab tendrá impactos incalculables.

La lógica de la construcción de esta obra no es adecuarla al entorno en el que se construye, es decir, procurando la conservación de los ecosistemas y procurando causar el menor impacto posible; “sino que se pretende modificar el entorno para adecuarlo a la lógica constructiva del proyecto, lo que constituye la fórmula perfecta para exacerbar el deterioro ambiental a cambio de un posicionamiento político, dejando un escenario propicio en el que los fenómenos naturales se tornen en desastres para el medio ambiente y la sociedad”, resalta la carta.