MÉRIDA, Yucatán.- Ni una coma le movió la juez Suemy del Rosario Lizama Sánchez, titular del Juzgado Primero de Control, a la decisión que tomó de no dictarle prisión preventiva al rejoneador Rodrigo Santos Alonso Quintanilla, acusado de terrible violencia contra su esposa, durante la segunda audiencia del caso.

La juez no solo siguió protegiendo al golpeador de mujeres sino que hasttra se atrevió a regañar a la víctima porque hizo una conferencia de prensa para denunciar las irregularidades que atribuye a la juez, porque en la primera audiencia reclasificó el delito contra el rejoneador, de feminicidio en grado de tentativa a violencia familiar, pese a que la Fiscalía presentó pruebas de las graves agresiones que pusieron en peligro la vida de la agraviada, María Inés Rivera Castro.

En la segunda audiencia, la juez Lizama Sánchez, dictó auto de vinculación a proceso, en contra de Rodrigo Santos, por el delito de violencia familiar, previsto y sancionado por el numeral 228 del Código Penal del Estado, denunciado por Maria Ines Rivera Castro.

Luego de los debates entre las partes, quedaron acreditados los hechos relativos a los días 14, 15 y 16 de agosto del 2018, así como los registrados el día 15 de septiembre del mismo año, cuando presuntamente ejerció en contra de la víctima violencia física y psicológica.

Se concedió un plazo de tres meses para seguir investigando y en su momento oportuno, presentarse la acusación formal por escrito.

La juez resolvió dictar auto de vinculación a proceso, mismo que llevará en libertad con medidas cautelares diversas a la prisión preventiva.

El rejoneador fue detenido el pasado jueves 10 de agosto y trasladado a Mérida para presentarlo ante un juzgado de control, en cumplimiento de una orden de aprehensión librada en el mes de abril del 2022.

Los hechos que se le imputan datan del 2018, cuando era casado con la denunciante, quien denuncia que en distintas fechas fue víctima de violencia física, psicológica y sexual.