Protagoniza documental hombre que tuvo sexo con un delfín
Malcolm Brenner nunca olvidará el día que consiguió su primer encargo como fotógrafo. Fue para tomar imágenes del estanque de delfines de Floridaland, un desaparecido parque de atracciones de Florida. Ahí conoció a uno de los grandes amores de su vida. Se llamaba Dolly y era un delfín.
Ocurrió en 1971, y Brenner ha pasado cuatro décadas intentando explicar al mundo esa relación. En 2009 publicó la novela autobiográfica Wet Goddess y ahora protagoniza el documental Dolphin Lover, que acaba de estrenarse en el festival de cine alternativo Slamdance.
Dirigido por Kareem Tabsch y Joey Daoud, el documental huye de las estructuras narrativas más habituales en el género –con entrevistas de testimonios y opiniones de expertos– para ceder por completo la palabra a Brenner, quien recapitula su relación amorosa con el mamífero sin escatimar detalles.
“Empecé a frotarle la espalda, hasta llegar a sus aletas y su cola. Y mientras frotaba y movía mi mano hacia su cola, Dolly empezó a rodar lentamente sobre su eje”, dice Brenner sobre su primer encuentro. Tal y como apuntan aquellos que han visto el documental, el lenguaje es de lo más directo, con multitud de momentos incómodos.
Brenner, que se describe a sí mismo como zoófilo, dice que fue Dolly quien inició el cortejo sexual frotándose de manera sugerente contra él o deslizando sus dientes por su brazo. Brenner entendió esto como una señal de consentimiento para tener relaciones sexuales con el animal. Algo que hizo a lo largo de los nueve meses que duró su «relación».
Para Brenner, su romance con Dolly es una prueba de que los delfines son criaturas más inteligentes y empáticos de lo que creemos. Aún así, admite que cada uno de los espectadores pueda sacar sus propias conclusiones.
Desde que saltó a la fama tras la publicación de su novela, la historia de Brenner ha suscitado tanta sorpresa como incredulidad. Y el documental tampoco hace demasiado para contrarrestarlo. Los directores se limitaron a comprobar que Brenner, efectivamente, pasó por Floridaland en 1971, para luego dejar que sea el protagonista quien exponga la historia tal y como él la recuerda.
“Obviamente no existe la manera de corrobar el momento en el que tuvo sexo con el delfín, ya que eran simplemente él y el delfín. Pero, la cosa es, ¿por qué querrías mentir sobre algo así y aferrarte a ello durante 40 años con los sacrificios que comporta?” dice Daoud, uno de los directores, a Fusion.
Para los realizadores, el objetivo del documental no es tanto verificar la historia sino exponerla tal y como Brenner la recuerda. “Ya sea 100% verídica o no, estoy seguro de que Malcolm se cree la historia al 100%. Puede que algunos detalles hayan cambiado a lo largo de los años o que se hayan romantizado, pero realmente creo que es como ve y recuerda su historia, y esta es la película que quería hacer”, dice Tabsch.
Mujer masturbaba a un delfín
La historia de Brenner puede recordar a la de Margaret Howe, quien en 1965 participó en un experimento para tratar que un delfín llamado Peter aprendiera a hablar inglés y acabó desarrollando una relación sexual con el mismo. En un documental estrenado este verano en la BBC, Howe recordaba cómo el delfín empezó a tener frecuentes erecciones cuando ambos jugaban. Con tal de calmarle y poder seguir con las lecciones, Howe solía masturbarle. Para ella, sin embargo, este acto nunca tuvo una connotación sexual como sí la tiene para Brenner.
Pero mientras el documental de la BBC resultaba fascinante, parece complicado que Dolphin Lover logre el mismo efecto. El principal problema es que resulta mucho más complicado empatizar con Brenner que con Howe. Los dos se enfrentaron a una situación similar, pero reaccionaron de forma diametralmente opuesta. Mientras Howe lo entendió como una parte más de su investigación científica, Brenner decidió aprovecharse de ello para su propio placer. Mientras ella pasó 50 años sin querer hablar del caso, él lleva 40 años intentando rentabilizarlo. (Información de PlayGround Noticias)
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