Dentro de las siglas LGBT+, la L representa a las lesbianas que forman parte de la comunidad. El origen de que sean las primeras en las siglas se remonta a la década de los ochenta, cuando los gays estuvieron vulnerados frente a la alza de contagios del virus VIH.

Debido a que en 1980 aún existían diversos prejuicios y discriminación hacia las personas que forman parte de la comunidad LGBT+, los gays con VIH no recibían el tratamiento adecuado por parte del personal médico, quienes los excluían y les negaban la atención ante la poca información sobre sus derechos.

En dicho contexto, las mujeres lesbianas decidieron protestar para visibilizar y validar legalmente el acceso a la salud de los hombres gays, especialmente los que padecían VIH.

Sumado a las manifestaciones, las lesbianas fueron las principales donadoras de sangre, pues a los grupos homosexuales sanos no se les permitió donar tras los tabúes de la época.

Ante ello, la comunidad decidió nombrarse como “comunidades gays y lesbianas”, hasta que decidieron crear unas siglas que integraran todas las preferencias de los miembros de la comunidad, con lo que decidieron la L para encabezar a las demás.