Una mujer muy comprometida con su trabajo, que incluso no tenía problemas con extender su jornada laboral si era necesario, murió sobre su escritorio por causas que se busca determinar de manera exacta, en Estados Unidos.

La mujer, una sexagenaria, no reportaba mayores problemas de salud, a decir de los primeros informes.

Los comentarios sobre qué pasó no son coincidentes y van desde quienes hablan de un deceso natural hasta quienes piensan en que demasiado trabajo causa daños en la salud y hasta provoca la muerte.

Cuatro días muerta, en su escritorio, permaneció Denise Prudhomme (60), empleada de una sucursal del banco Wells Fargo en Arizona. Era muy trabajadora y murió en su puesto de labor. Era, según sus compañeros, alguien de “ponerse la camiseta” por la empresa.

No quedó claro de inmediato cómo Denise Prudhomme pasó desapercibida durante el periodo de cuatro días, que incluía el fin de semana.

La entidad bancaria dijo en un comunicado que la compañía está “profundamente entristecida por la pérdida de nuestra colega” y que se habían puesto asesores a disposición de los empleados afectados.

“Nuestros pensamientos están con su familia y seres queridos, y estamos en contacto para asegurarnos de que están bien apoyados durante este difícil momento”, añadió el comunicado del banco. “Estamos comprometidos con la seguridad y el bienestar de nuestra plantilla”, concluyeron.