Familiares del joven vigilante a quien encontraron muerto en la playa La Tortuga, en la provincia de Paita (Perú), pretenden enterrarlo en el exterior de su casa, no en un cementerio, al no contar con recursos económicos para brindarle cristiana sepultura.

Este caso de claro tinte social genera preocupación en la región Piura. Inmenso hoyo es cavado en frontis de vivienda en Paita.

La ley prohíbe enterrar cadáveres fuera de cementerios o áreas autorizadas. Hacerlo en casas es delito contra la salud pública.

Ayer, los familiares de Gilmer Yahuana Córdoba (36) comenzaron a cavar un hoyo en el exterior de su casa, en el asentamiento humano Ciudad del Sol del distrito de Veintiséis de Octubre, para enterrarlo ahí, puesto que han acudido a autoridades para solicitar apoyo económico, pero sin obtener respuesta alguna.

“Queremos invitar a la presidenta del directorio de la Sociedad de Beneficencia de Piura, Claudia De La Oliva, a que nos apoye con la donación de un nicho. No contamos con los recursos económicos porque ya hemos gastado mucho buscando a mi sobrino durante 16 días”, exclamó Víctor Yahuana Cunya, tío del vigilante.

La familia confía en el buen corazón de la citada funcionaria o de gente solidaria.

La madre del occiso, Severina Córdoba, suplicó apoyo. “Por favor, ayúdenme a enterrar a mi hijo, ya no tenemos dinero”, manifestó sin poder contener las lágrimas.

Los vecinos de la humilde familia se sumaron y también apoyan en la recolección de fondos y esperan que alguna autoridad brinde el apoyo que les falta para sepultar al vigilante.

Sin embargo, los escasos recursos económicos de los residentes de la zona no alcanzan para comprar un nicho en el cementerio.