Muere un cuervo y temen que marque el fin de la corona británica
Quienes aman a la Corona Británica tiemblan por la muerte de Gripp, uno de los cuervos que cuidan la Torre de Londres -el tercero en los últimos tres años, tras Erin y Rex- y piden que traigan de inmediato a un ave se reemplazo.
Sin al menos seis cuervos, que de momento los hay, justo seis, se cree que el imperio británico desaparecerá.
En el siglo XVII, el rey Carlos II ordenó que al menos seis cuervos cuiden el lugar y anticipó que “si los cuervos abandonan la Torre de Londres, el reino caerá”.
El reciente descubrimiento de la muerte de Gripp en la Torre de Londres ha despertado preocupación entre quienes creen en la leyenda que conecta a estas aves con el destino de la Corona británica. Desde hace siglos, se dice que si los cuervos desaparecen de la torre, el reino enfrentaría su fin.
Los dos primeros cuervos, Erin y Rex, fallecieron en 2022 y 2024, respectivamente. El tercer cuervo, llamado Gripp, murió de manera extraña, atrapado en su jaula antes de ser atacado por otras aves.
LEYENDA DE AÑOS
El origen de esta superstición se remonta al rey Carlos II, quien tras escuchar una antigua leyenda estableció una norma peculiar: al menos seis cuervos deben habitar la Torre de Londres en todo momento.
Según la tradición, si estos animales abandonan el lugar, el castillo se derrumba y el Reino de Inglaterra con él.
Esta es la razón por la cual los Yeomen Warders, los guardianes de la torre, se encargan meticulosamente de cuidar a los cuervos, asegurándose de que su número nunca baje de seis.
Los actuales guardianes son muy cuidadosos con esta tarea, e incluso les otorgan nombres a cada uno de los cuervos. Los seis cuervos que actualmente habitan la torre son: Jubilee, Harris, Poppy, Georgie, Edgar y Branwen.
Las aves fallecidas son rápidamente reemplazadas para mantener el número requerido, ya que, según la leyenda, el destino del reino depende de su vigilancia.
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