Defraudador de pensionados deberá pagar $250,000 para salir de prisión

Juan de Dios Avila Mena, detenido el fin de semana por defraudar a varios pensionados, guardó silencio este día al comparecer ante el juez.Pese a que no quiso decir nada sobre la acusación en su contra, pidió unos días para presentar pruebas a su favor.Mientras tanto, se le fijó una fianza de $250,000 para recuperar su libertad, misma que deberá de pagar de inmediato si quiere estar en las calles, ya que pronto llegarán más expedientes en su contra, pues se cree que estafó a una veintena de pensionadosJuan de Dios Avila Mena, quien operaba el súper «Ulises» del fraccionamiento Jardines Miraflores, Desarrolló un método de estafa algo creíble para atraer a sus víctimas, pues se publicitaba en la prensa y distribuía volantes,  tarjetas de presentación y folletos en los que ofrecía “jugosas ganancias” a sus víctimas, que serían ya unas 20 por lo menos.El enfrenta ahora proceso penal en el Juzgado Segundo por el delito de fraude, denunciado por el sexagenario Víctor Amílcar Segovia y Gurubel, quien le reclama 160 mil pesos.La mañana de este lunes, al comparecer  detrás de las rejillas de prácticas de ese juzgado, Ávila Mena declinó declarar en torno a la acusación en su contra, pero solicitó la ampliación del término constitucional para definir su situación jurídica, a fin de que disponga de 144 horas para presentar pruebas a su favor.Asimismo solicitó que se le fijara una fianza y la titular del Juzgado Segundo le fijó en aproximadamente 260 mil pesos, aunque le dio la oportunidad de pagarla en efectivo o a través de una póliza.El quejoso, en su denuncia, dijo que fue a principios de junio de 2013 que recibió un anuncio de propaganda de la empresa “Proyecto Esperanza Ciudadana A.C.”, en la que se señalaba textualmente: “Te gusta el dinero?”, “Invierte solo $2,000.00, gana hasta $120,000. Pide información y aprovecha la oportunidad de cambiar tu vida”.Acudió con Ávila Mena, quien se hizo pasar  como dueño de la agencia “Viajes Zací” y le dijo que tuviera confianza en el negocio, ya que alegó amplia honorabilidad y tener respaldo económico para responder a las personas que quisieran invertir con él.Fue así como le entregó diversas cantidades de dinero al sujeto, de junio a noviembre del 2012, recibiendo como “gancho” cheques por mil pesos por cada diez mil varos que depositaba, en concepto de intereses.La suma entregada llegó a 160 mil pesos  y cuando fue a cobrar, se enteró  que la cuenta de cheques del ahora procesado estaba cancelada.