Los delfines rosados, animales que habitan en la Amazonía, son los perfectos acompañantes de personas que requieren terapia y son utilizados como auxiliares terapeutas de pacientes con discapacidades, como se confirma en Brasil, donde cumplen esa función.

Sesiones de terapia con estos delfines de agua dulce reconfortan a los pacientes y mejora su ánimo y destrezas en los procesos de rehabilitación.

Además, la terapia en el agua sirve también, por el mismo medio utilizado, para entrenar a los músculos y darles firmeza.

El fisioterapeuta Igor Simoes Andrade, quien interactúa con delfines rosados en el río Negro, en Iranduba, estado de Amazonas, lanzó el programa Bototheraty, muy efectivo.

Desde 2016, cuando se inició el programa, se brinda sesiones para personas con discapacidades físicas y mentales, a quienes lleva a nadar con estos los cetáceos salvajes en el Amazonas.

El delfín rosado (Inia geoffrensis) -conocido también como boto, bufeo, delfín del Amazonas o tonina- vive además en el Perú y está en peligro de extinción debido a la caza indiscriminada por su carne y supuestos -y falsos- atributos afrodisiacos.