Acusado de matar a Luna Guarneros dice ser inocente
En prolongada audiencia de declaración espontánea, el músico Rafael de Marco Canul Pool (a) “Rafa”, acusado de asesinar al ex director de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, Luis Fernando Luna Guarneros, dijo no haber asesinado al funcionario de Sedeculta.
A pesar de reiterar su inocencia, en la diligencia se concretó a decir que fue torturado, negándose a responder las preguntas que le formularon.
Sorprendió pidiendo mejor alimentación en el reclusorio, pues solo come «francés con huevo», y solicitó la devolución de su teléfono celular, pues en el aparato tiene fotos íntimas.
La audiencia de este día fue presidida por el Juez Segundo de Control, Luis Edwin Mugarte Guerrero, y el procesado estuvo representado por los abogados particulares William Acevedo Azarcoya y Guillermo Alejandro Acevedo Sánchez.
Inició su declaración con un “yo no maté al maestro Luna Guarneros”, y luego hizo un relato pormenorizado de cómo fue involucrado en el homicidio.
Dio a conocer que el domingo 16 de noviembre, un agente Ministerial de apellido Cob se comunicó con él para decirle que iría a verlo a su casa para hablar sobre Luna Guarneros, pero fue hasta el siguiente día que se vieron y lo trasladaron al sur de la ciudad para identificar un domicilio.
Explicó que lo llevaron por la clínica 52 del IMSS y le preguntaron si había estado antes en esa zona con el maestro Luna, a lo que él respondió que no, por lo que luego llevarlo por Opichén y finalmente en la Fiscalía lo esposaron y torturaron en un lugar ubicado frente de la bodega de evidencias.
Desde ese sitio, según él, escuchó como torturaban a sus coacusados Enrique López Dorantes (a) “Lalo”, Wilbert Moisés Carballo Canul (a) “Ivana” y Eufracio de Jesús Chuc Estrella (a) “Chucho”.
A él le pusieron una bolsa en la cabeza, le dieron toques eléctricos y lo golpearon, obligándolo a firmar un documento incriminatorio.
Dijo que escuchó también cuando un agente de apellido Santos obligó a sus coacusados a señalarlo directamente como el autor material del crimen.
Luego, al parecer por recomendación de sus abogados, el acusado pidió al juez que se le practique una prueba psiquiátrica, porque dijo que fue afectado con la tortura y el juzgador dio su anuencia, aunque con fines de asistencia médica y no como elemento de prueba en su contra, ni para establecer el delito de tortura, ya que este asunto se ventila en otra carpeta de investigación.
El denunció la tortura cuando lo vincularon a proceso.
En una parte de la diligencia, pidió que le mostraran las fotografías de los agentes de la fiscalía para identificar a los torturadores, pero le indicaron que no había lugar a esa petición.
Luego, Rafael de Marco sorprendió al denunciar que no se le proporciona a tiempo las medicinas en el reclusorio y que es alérgico al germen de trigo, además de que no puede comer cualquier cosa: “En el desayuno me dan francés con huevo y en la cena huevo con francés, por eso paso muchas hambres” -subrayó.
Entonces, se le indicó que se giraría un oficio a la administración del reclusorio para darle esta atención
Igualmente solicitó la devolución de su tarjeta de débito, credencial de elector y teléfono celular, toda vez que tiene dinero en esa cuenta y se lo puede dar a su madre, en tanto que la identificación no la deben tener las autoridades y en su celular tiene fotos íntimas.
Ante los cuestionamientos del fiscal se concretó a decir: “no voy a contestar esa pregunta”.
Pese a la reiteración de inocencia y de asegurar que fue torturado, los otros implicados lo han señalado sin presión como el asesino.
Ellos están libres porque fueron acusados solo de encubrir el crimen.
En prolongada audiencia de declaración espontánea, el músico Rafael de Marco Canul Pool (a) “Rafa”, acusado de asesinar al ex director de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, Luis Fernando Luna Guarneros, dijo no haber asesinado al funcionario de Sedeculta.
A pesar de reiterar su inocencia, en la diligencia se concretó a decir que fue torturado, negándose a responder las preguntas que le formularon.
Sorprendió pidiendo mejor alimentación en el reclusorio, pues solo come «francés con huevo», y solicitó la devolución de su teléfono celular, pues en el aparato tiene fotos íntimas.
La audiencia de este día fue presidida por el Juez Segundo de Control, Luis Edwin Mugarte Guerrero, y el procesado estuvo representado por los abogados particulares William Acevedo Azarcoya y Guillermo Alejandro Acevedo Sánchez.
Inició su declaración con un “yo no maté al maestro Luna Guarneros”, y luego hizo un relato pormenorizado de cómo fue involucrado en el homicidio.
Dio a conocer que el domingo 16 de noviembre, un agente Ministerial de apellido Cob se comunicó con él para decirle que iría a verlo a su casa para hablar sobre Luna Guarneros, pero fue hasta el siguiente día que se vieron y lo trasladaron al sur de la ciudad para identificar un domicilio.
Explicó que lo llevaron por la clínica 52 del IMSS y le preguntaron si había estado antes en esa zona con el maestro Luna, a lo que él respondió que no, por lo que luego llevarlo por Opichén y finalmente en la Fiscalía lo esposaron y torturaron en un lugar ubicado frente de la bodega de evidencias.
Desde ese sitio, según él, escuchó como torturaban a sus coacusados Enrique López Dorantes (a) “Lalo”, Wilbert Moisés Carballo Canul (a) “Ivana” y Eufracio de Jesús Chuc Estrella (a) “Chucho”.
A él le pusieron una bolsa en la cabeza, le dieron toques eléctricos y lo golpearon, obligándolo a firmar un documento incriminatorio.
Dijo que escuchó también cuando un agente de apellido Santos obligó a sus coacusados a señalarlo directamente como el autor material del crimen.
Luego, al parecer por recomendación de sus abogados, el acusado pidió al juez que se le practique una prueba psiquiátrica, porque dijo que fue afectado con la tortura y el juzgador dio su anuencia, aunque con fines de asistencia médica y no como elemento de prueba en su contra, ni para establecer el delito de tortura, ya que este asunto se ventila en otra carpeta de investigación.
El denunció la tortura cuando lo vincularon a proceso.
En una parte de la diligencia, pidió que le mostraran las fotografías de los agentes de la fiscalía para identificar a los torturadores, pero le indicaron que no había lugar a esa petición.
Luego, Rafael de Marco sorprendió al denunciar que no se le proporciona a tiempo las medicinas en el reclusorio y que es alérgico al germen de trigo, además de que no puede comer cualquier cosa: “En el desayuno me dan francés con huevo y en la cena huevo con francés, por eso paso muchas hambres” -subrayó.
Entonces, se le indicó que se giraría un oficio a la administración del reclusorio para darle esta atención
Igualmente solicitó la devolución de su tarjeta de débito, credencial de elector y teléfono celular, toda vez que tiene dinero en esa cuenta y se lo puede dar a su madre, en tanto que la identificación no la deben tener las autoridades y en su celular tiene fotos íntimas.
Ante los cuestionamientos del fiscal se concretó a decir: “no voy a contestar esa pregunta”.
Pese a la reiteración de inocencia y de asegurar que fue torturado, los otros implicados lo han señalado sin presión como el asesino.
Ellos están libres porque fueron acusados solo de encubrir el crimen.
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