Se pierden luego de drogarse en un Festival de Playa del Carmen
Agentes de la SSP localizaron a la joven estadounidense Kellea Batchelor, quien se extravió junto con su pareja Adam Wheeler, ambos de 29 años de edad, luego de que se internaron en montes de Yucatán, tras haber estado en Playa del Carmen, Quintana Roo.
Wheeler apareció la noche del jueves en la comisaría de San Bernardino, municipio de Seyé, y las autoridades de la localidad dieron el aviso.
Batchelor fue hallada al amanecer de hoy viernes, como resultado de un amplio operativo de búsqueda dispuesto por el Gobierno del Estado a través de la
Fiscalía y la SSP.
El joven fue llevado a la FGE para que rindiera su declaración, mientras que la mujer recibió atención de paramédicos de la SSP en montes ubicados entre Seyé y Cacalchén, pues sufría una severa deshidratación.
El traslado de la turista a Mérida se hizo en el helicóptero de la propia corporación, tripulado por el titular de la misma, Luis Felipe Saidén Ojeda. La nave aterrizó en el campo de la Unidad Deportiva “La inalámbrica” y de ahí una ambulancia la llevó a la Clínica de Mérida.
El joven dijo a las autoridades que su pareja y él estuvieron en el The BPM Festival 2015 en Playa del Carmen, y consumieron drogas sintéticas. Al momento del interrogatorio Wheeler se encontraba notablemente perturbado.
Según su relato, huyeron de Playa del Carmen a Yucatán en un automóvil que el lunes 12 alquilaron en la arrendadora “Hertz”, aunque se supo que en realidad la renta la hicieron el domingo 11.
Dijo que eran perseguidos por gente que llegó de Europa del Este y que abandonaron el vehículo porque se acabó la gasolina, por lo que se internaron en el monte, donde se separaron. Agregó que a ella la habrían matado de un disparo, lo cual evidentemente no ocurrió.
El joven tenía heridas en la piel de todo el cuerpo, que se ocasionó al caminar entre el espeso monte de esa zona.
Hasta helicóptero enviaron, y el mismísimo Saiden fue a recoger a estos drogatas.
Pero hubiera sido un local o autóctono y le enviaban un taxi (que luego le cobrarían), lo esperaría el conserje de turno, y en vez de clínica a una celda.