El descuido de unos padres, en combinación con la peligrosidad de los juegos pirotécnicos, dejaron como saldo un niño de Hocabá con quemaduras en una buena parte del cuerpo.
El menor hizo exactamente lo contrario a lo que recomendaron las autoridades para evitar accidentes con juegos pirotécnicos y terminó hospitalizado en el O’Horán, donde lo atendieron de quemaduras de segundo grado.
Estos hechos ocurrieron en Hocabá, donde viven el pequeño y su familia.
De acuerdo con lo que se informó, R.C.M., de 8 años, estaba jugando en la puerta de su domicilio y de pronto comenzaron a estallar las bombitas que tenía en la bolsa del pantalón.
Una de las recomendaciones de las autoridades para evitar accidentes con las bombitas es no llevarlas en la bolsa del pantalón, pues la menor chispa puede ocasionar que detonen.
Al parecer, los papás del pequeño no se enteraron de estos consejos y en un descuido su hijo sufrió el accidente, que le dejó quemaduras de segundo grado en veinte por ciento de la superficie corporal, para ser más específicos, en la pierna derecha.
Cada año los juegos pirotécnicos dejan una buena cantidad de lesionados, principalmente por quemaduras, aunque también se han dado casos de amputaciones de dedos.