Muere El Mutilador, el asesino serial que no quiso salir de la cárcel

«El Mutilador» se ganó su apodo por la sanguinaria meticulosidad con la que trataba a sus víctimas. Primero las asesinaba a puñaladas, y luego les extirpaba los genitales.

Sus víctimas eran mayormente vagabundos varones, a los que seducía, los llevaba a beber hasta emborracharlos y recién entonces los mataba.

Así se expuso en el juicio de 1963, que lo condenó a prisión perpetua por el homicidio de cuatro hombres en las calles de Sídney. El pasado martes 12 murió a los 90 años, tras pasar 52 años encerrado, la estadía más larga experimentada por cualquier persona en Australia.

Los retratos que habían hecho la policía de Sídney cuando estaba prófugo

Cuando cumplió 25 años de pena, William MacDonald ya era otro ser. Ese mundo que tanto había aterrorizado con su barbarie, empezaba a espantarlo a él.

A pesar de tener el derecho a pedir la libertad condicional, en ese momento prefirió quedarse en el penal de Long Bay. Y así vivió durante otros 27 años, acobardado frente a lo que había hecho.

MacDonald decía que se había convertido en un trastornado asesino serial como consecuencia de una violación sufrida cuando integraba las tropas británicas en la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, empezó a escuchar una voz en su cabeza que le decía «mata, mata, mata».

Fuente: Infobae