Pumas contacta a un español para suplir a José Luis Trejo
Víctor Manuel Vucetich es muy caro para el presupuesto que tienen los Pumas para contratar entrenador. El uruguayo Sergio Markarián resulta demasiado distante y ajeno, no inspira demasiada confianza. Guillermo Vázquez Jr parece estar vetado tras haberse atrevido a salir de una manera que no gustó ni a la Rectoría ni a la presidencia del Club…
Así que el equipo universitario tiene que buscarse alternativas… Ante los malos resultados, cuatro derrotas consecutivas en cinco partidos de la Liga Mx, alguien puso en la mesa del presidente del Patronato, Jorge Borja Navarrete, el nombre de Pako Ayestarán.
De inmediato se hicieron del perfil y trayectoria de este hombre, contratado ppor Gripo Pachuca para conseguir el ascenso de los Estudiantes Tecos. Ascenso por cierto que no pudo conseguir, pese a resultar campeón el torneo pasado. En la “final final”, contra el Campeón del torneo anterior, los Leones Negros, sucumbieron en penales, ante un pletórico Estadio Jalisco.
Ayestarán esperaba que se cumpliera la aparente promesa que le hicieron Jesús Martínez y Andrés Fasi, de proyectarlo a la dirección técnica del Pachuca, pero el subcampeonato obtenido por  los Tuzos, dirigidos por Enrique Meza, dejó la renovación del “Ojitos” como la única opción.
Los Estudiantes Tecos dieron paso a otro proyecto el de los Mineros de Zacatecas y al español no le interesó.
Así que Ayestarán regresó a Londres, donde ha fijado su residencia. Ahí los Pumas lo contactaron. Cuando menos se ha registrado ya una conversación, la mañana mexicana de ayer jueves. Y ahora no sólo agradó a Borja Navarrete la trayectoria de este entrenador, sino también su personalidad.
La nueva derrota de los Pumas, anoche contra el León, le dará celeridad a los contactos y negociaciones de las partes. La directiva que preside Borja Navarrete sabe que la situación de José Luis Trejo es insostenible. No sólo porque las derrotas siguen, sino por la presión de un numeroso grupo de sus aficionados, que han manifestado abiertamente su repudio para un entrenador que, además, no colabora nada en mandar un mensaje de calma.
Nada agradó a la directiva la actitud que asumió tras la derrota, al salir a dar su conferencia de prensa. Fue cortante y evasivo. Felicitó a sus jugadores y respondió con un simple “Sí”, a la pregunta de si se mantendría como entrenador. (La Afición)