Presión social ‘humilla’ a Krispy Kreme en Mérida

La codicia de la gente, bien aprovechada por la mercadotecnia de las transnacionales, ahora elegantemente llamadas franquicias, dio como resultado que cientos de meridanos se «humillaran» durante 33 horas para conseguir que les «regalaran» una docena de donas glaseadas cada mes de una empresa que recientemente abrió una sucursal en Prolongación de Montejo.

Sin embargo, la difusión que en redes sociales se hizo de la «humillación» a quienes acamparon irracionalmente en el sitio, obligó finalmente al negocio a ampliar su ofrecimiento y entregar obsequios a los que, por culpa de la empresa, permanecieron en el sitio a sabiendas de que no debía tocarles nada.

A pesar de que inicialmente los regalos eran limitados a los primeros 100 clientes en la fila que superaba con mucho esa cantidad, ante la «presión social», a raíz de un artículo publicado en este portal, la compañía tuvo que ampliar a más gente los regalos, aunque menos «dadivosos» que en el caso de los primeros 100 «privilegiados».

Incluso a los dos primeros clientes, en este caso Fernando Gabriel Novelo Escalante y Ana Gabriela Moguel Martínez, la franquicia de Krispy Kreme en Mérida los invitó a cortar el listón inaugural de su tienda, el sábado por la mañana.

Las primeras 500 personas se hicieron acreedoras de algún beneficio. Todos recibieron una tarjeta de privilegios, que para los primeros 100 significa la obtención de una docena de donas glaseadas cada mes durante un año.

Los clientes registrados entre los números 101 y 200 tendrán el mismo regalo pero de forma bimestral por un año, en tanto que del 201 al 500 recibirán un combo, que incluye café americano chico y una dona glaseada, al mes durante el mismo período.

Hasta donde se sabe, sería la primera ocasión que Krispy Kreme accede a ampliar su promoción de apertura, pues es otros lugares donde ha abierto tiendas no se había hecho. Esto quiere decir que los meridanos le voltearon la tortilla a la empresa de donas glaseadas y al final la que terminó «humillada» fue la compañía transnacional. Solo esperamos que el magnate Donald Trump no sea accionista de esta empresa.

«Hambre» de estar ahí

El viernes publicamos que aprovechándose del “hambre”, la necesidad y la incipiente subcultura del consumismo de algunos meridanos, Krispy Kreme lanzó una promoción que llevó a decenas de personas a pasar incomodidades para instalarse a las puertas del negocio esperando ser de los primeros.

La franquicia de Krispy Kreme logró que estos meridanos prácticamente se humillaran permaneciendo horas en el sitio, aun cuando sabían que no eran acreedores al “premio” que ofrecía el negocio a sus primeros 100 clientes.

Si bien los meridanos están acostumbrados a hacer cola para casi todo, como para abordar el camión, comprar la tortilla o separar lugares para las escuelas de sus hijos, la promoción de la tienda obligó a las personas, principalmente jóvenes, a permanecer en el lugar muchas horas antes de la apertura del negocio, que se programó para el sábado a las 7 de la mañana.

Los representantes del negocio no solo permitieron que “acamparán” los 100 clientes a los que prometió regalar dotación de donas durante un año, sino que dejó que la cifra se duplicará y, peor aún, los presionó pasando lista cada determinado tiempo para evitar que se fueran a descansar, a estudiar o a trabajar.

Si bien la empresa no los obligó a ir, si propició que más gente siguiera llegando antes de la apertura con la esperanza de recibir un regalo.

A final de cuentas estas personas hicieron cola durante 33 horas, pasando incomodidades y exponiéndose a las inclemencias del tiempo, como el intenso calor del mediodía y la humedad por las mañanas y noches.

2 thoughts on “Presión social ‘humilla’ a Krispy Kreme en Mérida

  1. No es el hambre de esos infelices los que los llevó a tal denigración para que les regalaran esa porquería, es la falta de valores y respeto así mismos. La estupidez de tener reflectores por algo que los vuelve más obesos, perezosos, diabéticos e idiotas. Nunca pensé que hubieran yucatecos con ese nivel de retrasados mentales. Son el hazme reir de todo un pueblo.

  2. Mas ridiculos se ven poniendo mantas en sus casas apoyando a algun partido Macario

    es exactamente lo mismo

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