Una perrita muerta, un auto dañado y un vigilante amarrado, fue el saldo de un asalto que cometieron cuatro sujetos en una empresa recicladora ubicada en la avenida Jacinto Canek con calle 130, por el rumbo de conocidos centros nocturnos.
El atraco fue frustrado por la oportuna llegada de un supervisor de la empresa de vigilancia privada, que al no recibir respuesta de su compañero decidió llamar a la policía.
La presencia de los agentes de la SSP hizo huir a los delincuentes, que incluso olvidaron dentro de la recicladora un morral donde estaban las herramientas que utilizaron para introducirse al establecimiento.
Russel Bermejo Herrera, propietario de la empresa de reciclaje, informó que una vez dentro del predio los sujetos envenenaron a una perrita para que no los delatara con sus ladrido y también ataron al vigilante, conocido como don Urbano.
Un supervisor de la empresa de vigilancia llegó a la hora que se cometía el delito en la madrugada, y al no recibir respuesta de su compañero llamó enseguida a la policía.
Unos minutos después llegaron agentes de la SSP que rompieron unos candados para entrar al predio, lo que aprovecharon los cuatros delincuentes para darse a la fuga.
La Fiscalía General del Estado tomó conocimiento de este caso para iniciar las investigaciones.
Por lo pronto una perrita llamada «Pulgas» fue la que pagó los platos rotos.