A fines de febrero, una joven de 15 años se quebró y contó los padecimientos vividos en su casa en la localidad de Vera, en Santa Fe. Desde los 8 años, era obligada por su padre, empleado del Servicio Provincial de Defensa Penal y quien tenía su custodia, a practicarle sexo oral. Después, comenzaron todo tipo de abusos.

Una mañana decidió no callar más y fue a casa de una tía materna, donde relató los sufrimientos vividos. De inmediato llamaron a la madre y se realizó la correspondiende denuncia policial. Se allanó el domicilio, pero el sujeto no estaba. Fue detenido en la vía pública, sin que opusiera resistencia.

Tras ello, se realizó la solicitud de la prisión preventiva por parte de los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Leandro Benegas y Martín Gauna Chapero. Sin embargo, el defensor del Servicio Público Provincial había solicitado el rechazo de la prisión preventiva, invocando falta de requisitos.

La acusación hecha por los fiscales del MPA fue por «abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo reiterado; corrupción de menores calificado agravado por el vínculo en concurso ideal; y abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo».

Así fue como el juez Gustavo Gon dictó la prisión preventiva para el violador. Sin embargo, pasados tres meses desde esa firma, el propio Gon revocó esa medida «después de la cámara Gessell con la menor porque entendía que estaba resguardada la prueba, pero nosotros apelamos esa decisión porque la prisión preventiva también está para resguardar a la víctima», según confirmó el fiscal Benegas.

Según relató Benegas a la prensa, el juez Gon pensó que «no había peligro de fuga» por parte del acusado y por eso también permitió que se reincorpore a su trabajo. La noche de este miércoles, el hombre ya en libertad buscó a su hija.

Interceptó a la menor en la calle y luego de taparle la boca la llevó a un descampado, donde nuevamente la violó. «La niña está en el Hospital de Vera cumpliendo con el protocolo de profilaxis y tiene compañía psicológica», comentó el fiscal.

En declaraciones a LT10, el fiscal confesó que la localidad de Vera «no sale del asombro y la consternación» por el caso y que esta reincidencia podría «sentar un precedente o ser el punto de inflexión en la Justicia Penal».