Una indigente, al parecer afectada ya de sus facultades mentales por beber a diario, protagonizó un espectáculo de «strip tease» para pescadores y personas que salen a correr temprano en el playón poniente de Progreso.

La mujer es integrante de un grupo de teporochos que se reúnen en los malecones del vecino puerto, donde prácticamente viven y se embriagan día y noche en los bajos del muelle fiscal.

La mujer estaba como de costumbre con sus amigos borrachines y de pronto comenzó a gritar y a quitarse de la ropa en medio de los gritos y alaridos y de los indigentes.

La escena llamó la atención de pescadores y personas que acuden a correr temprano en el playón poniente, y llamaron a la policía, cuyos agentes calmaron a la improvisada «stripper» y le pidieron que se vistiera.

Personas que estaban cerca sugirieron a los agentes que la llevaran al Hospital Psiquiátrico de Mérida, pero los uniformados respondieron que ya lo han intentando, y para que la acepten en el centro de atención a la salud mental tiene que llevarla un familiar y, al parecer, la mujer carece de parientes en el puerto.

A final de cuentas la mujer se quedó en el playón poniente, pero los policías le advirtieron que no vuelva a protagonizar un espectáculo similar.