Iglesia Católica rompe relaciones con el Instituto Patria
La Arquidiócesis de Yucatán rompió relaciones con el Instituto Patria, que promovió a principios de la década de los noventa el padre Álvaro García Aguilar y un grupo de matrimonios católicos.
La Iglesia católica yucateca acusa a directivos de la institución de negarse a transferir las instalaciones a la Arquidiócesis de Yucatán, con el argumento de que se trata de una empresa privada.
La disputa no es solo por la administración de la escuela, sino por el terreno de unas 6 hectáreas en el que se asienta ese Instituto, que fue vendido a precio preferencial por la administración de Dulce María Sauri Riancho a la citada asociación civi.
El Instituto Patria fue inaugurado en 1991 y hasta la fecha aparecen como directivos los esposos David Abraham Achach y Susana Aguilar Covarrubias, así como María Elena Sosa Roche, entre otros.
Se integró en una asociacón civil porque en aquella época las iglesias no eran reconocidas por el Estado y, en consecuencia, no podían poseer bienes.
El rompimiento de la iglesia católica con ese instituto se dio a conocer con un el comunicado del arzobispo Gustavo Rodríguez que fue leído en por lo menos dos parroquias de la ciudad y que dice lo siguienre:
Estimados feligreses:
Es de todos sabido que por el impulso de nuestra diócesis y coordinados por Monseñor Álvaro García Aguilar, un grupo de muy distinguidos matrimonios católicos de esta ciudad se dieron a la tarea de cumplir el sueño anhelado de contar con una institución educativa que brindara a niños y jóvenes un espacio no sólo de información, sino sobre todo de formación en el mayor grado de excelencia para desarrollar en ellos sus mejores capacidades, pero bajo las enseñanzas de nuestra Santa Madre Iglesia y los altísimos valores que los cristianos estamos obligados a preservar.
La feligresía particularmente de la parroquia de María Inmaculada de esta ciudad y no pocos bienhechores, junto a sus impulsores, no escatimaron recursos tanto materiales como de participación directa en esta iniciativa y al fin se pudo contar con el Instituto Patria.
Todas las personas e instituciones –incluyendo el Gobierno del Estado de Yucatán, que fijó un precio preferencial al terreno para su venta que ocupa dicho Instituto por tratarse de una obra educativa en manos de Arquidiócesis de Yucatán– pusieron muchos granitos de arena para la adquisición de los espacios y las construcciones que hoy componen ese centro educativo. Dadas las condiciones jurídicas de aquel momento se creó una asociación civil para cumplir con los requerimientos legales. Algunos de los miembros de esta asociación civil hoy, cuando la ley lo permite, se niegan a poner en manos de la Arquidiócesis de Yucatán dicha obra, viciando –de esta manera– la intención de todos los que contribuyeron con mucha generosidad a su creación.
Las muchísimas gestiones que tanto Monseñor Álvaro García, su fundador y rector, como la Arquidiócesis de Yucatán, guiada por Mons. Emilio Berlie Belaunzarán, han hecho para motivar a algunos asociados que componen dicha asociación civil a corregir las graves fallas en la administración, que lo tienen al borde de perder los terrenos y las instalaciones, así como la reiterada petición a que dicha propiedad sea cedida a la Arquidiócesis -tal como fue la concebida por quienes la crearon- han fracasado. La Iglesia de Yucatán quiere perpetuar la obra educativa del Instituto Patria y respetar la voluntad de los donantes por lo cual respetuosa y reiteradamente por no pocos años ha insistido en este trámite de cesión dejando incluso en ellos la administración, y sólo ha encontrado una terca negativa aduciendo que es una empresa privada.
Por tanto, a partir de este momento decreto que la Arquidiócesis de Yucatán se separa total y absolutamente del Instituto Patria, finalizando su compromiso original de acompañamiento, enseñanza, asesoría y asistencia espiritual quedando prohibido para cualquier sacerdote diocesano o religioso efectuar cualquier acto de culto en dicha institución o a favor de ella.
Por todo ello, rogamos a todos ustedes sus oraciones, ayuda y consejo para
Claro como iba a ceder el Padre Alvaro Garcia su minita de oro y sobre todo viendo a tan ilustres y finos yucatecos al frente, no solo vieron una oportunicad de hacerse de un negocito mas y que mejor si era subsidiado tomando como bandera la educacion catolica …. un caso mas de verguenza para la igiesia y sus seguidores.