Facebook, cómplice de atropellos a la comunidad maya de Yucatán
Cuando todo parecía que la polémica por el escándalo de la quinceañera maltratada por un sacerdote, en el empobrecido municipio de Tahdziú, acabaría con la disculpa que emitió anoche furtivamente la Arquidiócesis de Yucatán, un nuevo hecho represivo avivó el escándalo.
Tras difundir este atentado contra la comunidad mayahablante del estado, el comunicador comunitario Bernardo Caamal Itzá, mejor conocido como el Aruxduende, denunció que su cuenta de Facebook fue bloqueada, al parecer como represalia.
La cuenta del Aruxduende fue cerrada anoche aproximadamente a las 10. Fue en ese perfil donde se difundió el maltrato que sufrió la quinceañera Marisela Balam Puc a manos del sacerdote Manuel Chuc Canté, quien la regaña durante la misa, la jalonea de la nariz y manotea en evidente muestra de molestia por estar ahí esa noche, según se evidencia en un video.
En otra parte se ve al cura tratando de arracarle las pestañas postizas a la quinceañera e incluso le pega una suave bofetada. Antes de esto el padre ya había regañado a la joven Marisela e incluso se mostró retador preguntando en varias ocasiones que harían los padres de la quinceañera si él le diera una bofetada.
El enojo del cura era porque la joven no se confesó para recibir la comunión. Sin embargo, los padres de la muchacha alegaron que no se confesó porque el padre nunca llegó para eso.
La conducta del padre Chuc Canté es una muestra del comportamiento que suelen tener los sacardotes con las personas mayahablantes, a las que maltratan y humillan. Muchas veces les dicen que no saben hablar y que huelen mal.
En el caso del cura Chuc Canté es más grave porque él es un indígena también y como tal debería ponerse al lado de su gente, pero hace lo contrario siguiendo los moldes de la Iglesia caracterizada por el desprecio a los mayas de Yucatán.
En muchas comunidades mayas suele verse a los sacerdotes como autoridades superiores, y muchos de ellos se lo creen y tratan a la gente con la punta del pie.
Los sacerdotes no quieren que los asignen a las comunidades del interior del estado, pues quieren estar en parroquias de Mérida, en particular del norte de la ciudad, donde los feligreses de gran poder adquisitivo suelen hacer costoso regalos a los curas, como vehículos e incluso casas.
Respecto a la disculpa de la Arquidiócesis, ésta se dio a conocer en un comunicado que se difundió exclusivamente en redes sociales, después de las 11 de la noche, es decir, fuera de horario de labores.
Esta estrategia tuvo como objetivo que la noticia pasara inadvertida al día siguiente, lo que finalmente no ocurrió porque de todas formas se desató el escándalo, el cual se avivó con la denuncia de Bernando Caamal Itzá por el cierre de su cuenta de Facebook.
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