Por impulsar turismo masivo, se descuida patrimonio maya

El patrimonio arquitectónico de los pueblos históricos de la zona maya de Quintana Roo, poco conocido y valorado, enfrenta el reto de conservarse ante situaciones adversas como la posible llegada del turismo masivo de destinos como Cancún.

El investigador Luis Ojeda Godoy destacó que Tepich, población maya del noroeste de Quintana Roo, cobra relevancia por haber sido cuna de la llamada Guerra de Castas y por perfilarse como la primera comunidad rural en ser declarada Zona de Monumentos Históricos.

Al participar en el primer simposio “Sobre la situación actual de las ciudades y pueblos históricos en México”, dijo que esta región sobresale por el conjunto de sus construcciones, escenarios de periodos históricos fundamentales en la conformación de la Península de Yucatán.

Resaltó que esa parte del territorio mexicano es poco conocida y valorada, donde la ocupación maya, así como los procesos socio-económicos, «permitieron la conservación de las edificaciones consideradas hoy monumentos históricos”.

Estimó que en Quintana Roo existen 149 monumentos históricos, 51 se encuentra en comunidades mayas y de éstos 33 en la comunidad de Tihosuco, por lo cual se ha presentado una propuesta para recibir la declaratoria de zona de monumentos históricos.

Entre las edificaciones se encuentran iglesias, construcciones de militares, edificios coloniales, cementerios, además de estructuras como norias.

Sin embargo, estos monumentos que son referentes de identidad para los habitantes de las comunidades -en especial iglesias- se enfrentan a los riesgos que implica la dinámica económica de Quintana Roo basada en el turismo de playa en la zona norte del estado.

Ojeda Godoy recordó que la zona maya o de los habitantes cruzob cuenta con espacios que fueron determinantes en la Guerra de Castas, que se extendió de finales del siglo XIX a principios del siglo XX y concluyó en la administración de Porfirio Díaz, poco antes de la Revolución Mexicana.

Recordó que tras un largo periodo de abandono muchas de estas comunidades fueron repobladas por habitantes mayas yucatecos provenientes de Valladolid (oriente yucateco), así como de Peto (al sur).

Estas edificaciones tienen significado especial para la comunidad, sin embargo malas decisiones de las autoridades locales que permiten construcciones irregulares, incluso la intervención de los inmuebles por autoridades religiosas, han puesto en predicamento su conservación.

Recordó que con el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la población local, en especial mujeres, trabajan en la recuperación e intervención de varios de estos espacios, arraigando en ellos el sentido de pertenencia y cuidado.

Empero, reiteró, hay el riesgo por la presencia de turismo masivo procedente principalmente de Cancún, que poco interés tiene por el cuidado y conservación de este patrimonio cultural.