Joven escapa del infierno de un mara que la contactó vía Plugger

«Háganles casos a sus papás, cuando algún desconocido les contacté y les haga propuestas repórtenlo a las autoridades, ya que pueden ser bandas que andan buscando muchachas para llévarselas lejos’, advirtió la joven Lucero de los Ángeles Canul Aké, quien fue secuestrada por un sujeto que la contactó mediante una aplicación de celular.

«Corrí con mucha suerte porque pudo ser peor», reconoce la joven, quien describe al individuo que la embaucó como un hombre de 22 años con tatuajes que revelan su pertenencia a una banda delictiva organizada, como los maras.

Según dijo, desde que lo conoció personalmente le impactó el físico de su «novio virtual», pues en el ojo derecho tiene dos tatuajes de lágrimas y debajo de la barbilla una hoja de marihuana.

«Pudo ser un infierno», admite Lucero, quien apenas regresó a su casa en Espita luego de estar desaparecida durante varios días, tiempo durante el cual la mantuvo retenida Ramiro Julián Alfaro Paja, un joven que la contactó vía la aplicación Plugger de teléfonos móviles.

El sujeto se hace pasar por un adolescente de 15 años para contactar a jovencitas a las que después de enamorarlas les pide que se vayan con él.

Este fue el caso de Lucero, quien salió de su casa el 9 de enero y tras asistir a unas pláticas religiosas huyó con Alfaro Paja, quien la llevó a vivir al fraccionamiento El Encanto de Kanasín.

Desde que llegaron ahí el sujeto la mantuvo encerrada y le quitó su teléfono celular, el cual utilizaba para hacerse pasar por ella, incluso publicaba en las redes sociales de la joven que ella estaba felizmente casada.

Todos los días el individuo salía de la casa a las 5 de la mañana y regresaba a las 7 de la noche, dejándola encerrada y sin comida. Aunque no recibió maltrato severo, el mara la golpeaba levemente en los hombros y le decía que era parte de un juego.

Pese a todo esto, Lucero corrió con suerte, pues después de tanto insistirle, el sujeto la dejó ir y accedió a darle dinero para que regresara a Espita.

Durante el tiempo que vivió con él fue descubriendo cosas que la pusieron en alerta, como el hecho de que el individuo tuviera tres credenciales del INE, una de Mérida y otras dos de Izamal.

Además, el mara tiene en la mira a otra jovencita de Espita a la que dejó como contacto en el teléfono de Lucero y a la que le envió mensajes vía Plugger.

La joven Canul Aké y sus padre acudieron al Ministerio Público de Tizimín a interponer una denuncia por estos hechos.