Los candidatos 'invisibles' en Mérida
El presente proceso electoral se caracteriza por el estreno de los candidatos independientes, es decir, los candidatos que compiten sin tener partido.
Sin embargo, en estas elecciones también se ha estrenado un nuevo tipo de candidatos: los candidatos invisibles, es decir, aquellos candidatos que compiten pero no hacen campaña o se cuelgan de la que realiza otro candidato de su propio partido.
Si bien desde hace mucho ya existían en los partidos pequeños candidaturas que eran prácticamente para dar testimonio, en la actualidad este tipo de candidaturas se han extendidos a los partidos grandes, como el PAN y el PRI, por eso decimos que es el estreno de las candidaturas invisibles.
Un ejemplo de esto es el candidato priista a diputado por el IV Distrito local, Jorge Esquivel Millet, de cuya campaña prácticamente no se habla fuera de sus redes sociales.
Al parecer porque sabe de antemano que es un distrito perdido para el PRI, Esquivel Millet realiza una campaña de muy bajo impacto que no podría calificarse ni siquiera de testimonial.
Incluso en las fotografías que publica en su cuenta de Facebook se palpa que es una campaña desangelada, una campaña a la que han dejado sola.
Quizá los estrategas del PRI consideran que no tiene caso meterle enjundia a un terreno que tiene dominado el PAN, donde su candidato a diputado local, Elías Lixa, se placea como aspirante único.
De Esquivel Millet no se tienen noticias de comunicados o boletines de prensa.
Otra que también es una candidata invisible es Lorena Farah, aspirante priista a la diputación local por el V Distrito, otra demarcación que también tiene prácticamente en la bolsa el PAN.
Recorriendo el V Distrito se puede apreciar que es abrumadora la presencia del candidato panista, Manuel Díaz Suárez.
Apenas hace unos días Lorena Farah comenzó a enviar boletines y comunicados a los medios de comunicación, un poco atrasado si tomamos en cuenta que la campaña comenzó hace tres semanas.
Panista invisible
Por parte del PAN también hay candidatos invisibles, solo a que a diferencia se los priistas se trata del candidato de un distrito federal (más grave).
Nos referimos al César Bojórquez, quien compite por el III Distrito federal y, al parecer, se muestra muy confiado porque fue alcalde de Mérida y considera que con eso basta para que le lleguen los votos.
El ex alcalde meridano se cuelga de la campaña que realiza Mauricio Vila, de quien prácticamente es «dama de compañía».
En fin, los candidatos invisibles se agregan a otros especímenes de la política mexicana, como los candidatos externos (creados por el PAN), los candidatos eternos (López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas) e incluso los candidatos «juanitos» (que renuncian al llegar al cargo para que un «macizo» o peso pesado asuma el puesto).
Formal PRIsión, espero que les paguen bien.