El instructor de baile Manuel Jesús Burgos Conrado (a) “Chucho” o “Akio”, acusado de dar muerte a un vecino del fraccionamiento Las Américas, fue puesto a disposición de un Juzgado Oral, pero declinó declarar sobre los hechos.

El sujeto, de de 49 años, oriundo del Distrito Federal y avecindado en Yucatán, guardó silencio  al ser puesto frente a la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez, quien lo juzga por la muerte del ex bombero Enrique G. Ortiz Padilla, ahorcado con una corbata en su domicilio del fraccionamiento Las Américas

En la audiencia los fiscales le informaron al detenido que se ha iniciado una investigación con relación al delito de homicidio calificado y robo calificado.

Sin embargo, el instructor de zumba se reservó su derecho a declarar y se acogió al plazo de 144 horas con el que cuenta por ley, para que se realice una siguiente audiencia en la que se resolverá su situación jurídica

La jueza Lizama Sánchez fijó el día 2 de marzo a las 10:00 horas para continuar la audiencia inicial consistente en la vinculación a proceso, de la misma manera impuso, a solicitud del fiscal, la prisión preventiva oficiosa por el plazo de un año.

Como informamos, Manuel Jesús Burgos es copartícipe del crimen, por el cual previamente fue detenido el adolescente Ricardo Daniel Herrera Martínez.
Manuel Jesús tiene su domicilio en Chabihau; es soltero, homosexual y presuntamente se dedica también a la venta de droga en las inmediaciones de Plaza Dorada, en Mérida

Su participación en el crimen se dio de la siguiente manera:

El pasado 6 de febrero, el adolescente y el maestro de baile (es instructor de zumba) se vieron en la Plaza Grande y acordaron ir a fumar mariguana a casa de la pareja sentimental del primero, el ahora occiso Enrique Ortiz, quien era un ex bombero pensionado.

Llegaron a la casa, en la calle 76 entre 57 y 57-B del fraccionamiento Las Américas y empezaron a drogarse y al paso del tiempo Manuel Jesús se dio cuenta que Ortiz Padilla tenía varios objetos de valor.

Entonces, convenció al adolescente de robar y cuando llegó el dueño de la vivienda, lo sometieron y ataron de pies y manos.

Se apoderaron de una laptop, tarjeta donde le depositaban la pensión al ex bombero, ropas y zapatos.

Sin embargo, como los conocía, ellos sabían que los denunciaría, por lo que evitar lo estrangularon con una corbata y lo dejaron abandonado.