Para Ripley la maldición ecológica, otro cetáceo muerto

Imparable continúa la maldición ecológica en las costas yucatecas, la cual se refleja en la mayor mortandad de animales marinos en la historia de la región.

En un hecho que no deja de sorprender a los yucatecos, un nuevo mamífero marino fue hallado muerto en la costa.

En esta ocasión se trata de un cetáceo joven que fue encontrado entre Celestún y Sisal, en la costa poniente.

Este hallazgo se suma al de un delfín hallado apenas un día antes en Sisal.

Con el de ayer ya son varios cetáceos que recalan muertos en Yucatán, incluyendo cachalotes, nueve delfines, una ballena de aleta y dos tortugas.

La lista crece sin freno, lo que aumenta la preocupación de los yucatecos, sin que hasta ahora las autoridades tengan una explicación convincente de lo que está ocurriendo.

Tampoco se ven acciones para detener estar mortandad sin precedentes en las costas yucatecas.

En cuanto al cetáceo hallado muerto ayer, se informó que mide unos dos metros y apareció a unos 25 kilómetros de Sisal, en dirección al faro de Punta Palmar, en el punto conocido como “Chan Pol Ac”.

Pescadores dicen que se trata de un cachalote, que se sumaría a dos anteriores que aparecieron frente a las antiguas instalaciones de Pecis y cerca de la escollera del puerto de abrigo, casi frente a la unidad de la UNAM.

Un cachalote es un mamífero marino de 15 a 20 m de largo, cuya cabeza alcanza casi la tercera parte de la longitud total del cuerpo y guarda gran cantidad de grasa. Tiene boca provista de dientes, y un solo orificio nasal; es agresivo, se alimenta de calamares y vive en aguas profundas; de él se aprovechan la grasa y el ámbar gris, una sustancia intestinal utilizada en perfumería.

Es uno de los mayores animales vivientes, llamado también ballena de esperma, que recorre todos los mares, pero prefiere las aguas tropicales y subtropicales.