Con un refrigerador ‘congelan’ el hambre en la India
El nuevo restaurante de Minu Pauline en el sur de la India no ha necesitado un menú innovador ni una decoración de diseño para encandilar a las masas, una gran nevera comunitaria instalada a la puerta de su local para alimentar a los pobres ha sido suficiente para que a la joven le lluevan elogios.
En la India, cerca de 60 millones de niños sufren malnutrición y más de un 21 % de sus cerca de 1,300 millones de habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza, es decir, con menos de 1.9 dólares diarios, según datos del Banco Mundial.
Desde que Pauline inauguró hace unos días su «Nanma Maram» o Árbol de la Generosidad, como ha apodado al frigorífico vertical de enorme puerta transparente, el número de hambrientos en las calles de la ciudad de Cochín, en el estado sureño de Kerala, se ha reducido en varias decenas.
La joven emprendedora, de 28 años, coloca cada día un mínimo de 50 paquetes individuales de comida en la nevera y un máximo de 150, una cifra que se eleva a unos 200 gracias a las aportaciones de los vecinos.
«Si tienen comida excedente en casa lo que pueden hacer es embalarla apropiadamente en paquetes de una porción y ponerla en el refrigerador, de modo que quien lo necesite pueda venir y agarrarla», explicó a Efe.
No obstante, Pauline trata de convencer a la gente de que no compre comida en su restaurante para depositarla en el «Nanma Maram» y de que, en su lugar, den un uso alternativo a esos alimentos que ya «no se van a comer».
El éxito de la idea ha sido tal que el frigorífico «se vacía en cuestión de 10 minutos» cuando el restaurante lo rellena cada mañana, tarde y última hora de la noche.
Y es que, si bien desconocen a qué hora exacta saldrá la próxima remesa, muchos necesitados ya aguardan ávidos en las inmediaciones de este restaurante de comida tradicional.
«Alguna gente me dice que sólo haría falta una bandeja» y no una nevera por la rapidez con la que se acaba la comida, comentó la empresaria.
Hasta el momento no ha descubierto a nadie llevándose alimentos sin necesitarlos, pero tampoco le preocupa demasiado esta posibilidad.
«Con tal de que alguien se la coma, está bien», argumentó.
La joven, que abandonó su trabajo como banquera para montar su propio negocio, asegura que en la India se desperdicia una gran cantidad de comida y reconoce que ella misma ha pecado en varias ocasiones.
«Ha habido veces en que he tirado comida a la basura y al salir de mi tienda he visto gente buscando en los contenedores», lamentó.
La estampa es común en el país.
Y quizás por ello Pauline no es la única que trata de luchar contra el hambre con ideas innovadoras.
De hecho, a apenas 150 kilómetros al norte de Cochín, se ubica la ciudad que reclama el título de pionera en la colocación de neveras para los pobres.
El que era presidente municipal cuando Malappuram comenzó su proyecto el pasado año y padre de la idea, K.P. Mustafá, aseguró a Efe con el orgullo de quien ha servido de ejemplo que Pauline «solamente ha copiado» su iniciativa.
Los pobres de Malappuram, principalmente trabajadores inmigrantes procedentes del noreste del país, cuentan desde 2015 con tres neveras acompañadas de sus respectivos microondas, una en el hospital de la localidad y las otras dos en la estación de autobuses.
La Administración local coloca diariamente 25 paquetes de comida en cada refrigerador, mientras que los vecinos donan al menos otras tantas raciones, explicó Mustafá.
A la vez que este proyecto, la localidad implementó otra novedosa idea bajo el nombre «Comida en el muro», en colaboración con 62 hoteles de la zona.
Cada negocio participante tiene en su muro una caja llena de «cupones», que los más necesitados pueden recoger y canjear en el interior por un plato de comida.
«Si un cliente va a un restaurante, puede patrocinar» la comida de un pobre por 50 rupias o 0,75 dólares, detalló el expresidente municipal.
Mustafá mantiene que, además de Pauline, al menos otras dos localidades del estado de Kerala han implementado proyectos similares siguiendo el ejemplo de Malappuram.
Y espera que la semilla germine en muchos más lugares del país.
Fuente: Locomundo
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