En una historia que refleja la realidad de lo que con frecuencia pasa en los sectores más marginados de la sociedad, una joven madre fue detenida por no proporcionar dinero para mantener a su hijo.

La acusada, María Alejandra Ruiz Vázquez (a) “Chachi”  debía pagar apenas 200 pesos semanales para el niño, pero no los daba, según ella, porque es pobre y tiene otros hijos a los que mantener.

Ella está acusada formalmente del delito de incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar, porque se separó de su esposo y abandonó a su hijo pese a que tuvo otros dos niños con una pareja diferente,

Se informó que María Alejandra fue detenida inicialmente porque tuvo un enfrentamiento con otra mujer, pero fue así como se descubrió que tenía  una orden de aprehensión del Juzgado Segundo Penal.

En el expediente se indica que ella se comprometió a dar 200 pesos mensuales para mantener a su hijo.

La denuncia contra la joven fue interpuesta por la abuela paterna del niño, Rosa María Ceballos Vera.

Según las constancias,  María Alejandra, en 2008 se casó con Mario Alberto Cetina Ceballos y procrearon a un niño al que llamaron Mario Alberto Cetina Ruiz.

En el 2010, la pareja se separó  y la mujer firmó ante el DIF Municipal un documento en el que cedía la custodia temporal del niño a su marido.

Posteriormente , el niño se quedó a cargo de la abuela paterna, comprometiéndose el padre ante las autoridades a  dar 300 pesos quincenales favor de su hijo y 100 pesos más para la leche leche.

La madre del niño se comprometió a dar  200 pesos semanales.

Sin embargo, la mujer sólo depositó 200 pesos en mayo de ese mismo año y  ya no cumplió, por lo que fue denunciada.

María Alejandra trabajaba vendiendo elotes y tiempo después  conoció a otro hombre y se fue a vivir con él, procreando otros dos hijos, y aunque consta que ocasionalmente visitaba a su primer hijo, no le daba dinero.

En su declaración preparatoria ante el juez, la mujer dijo que no pudo dar el dinero porque poco después de que se separó de su primer esposo la  atropellaron y se quedó sin trabajo.

Mencionó que trabajaba como camarista,  pero se quedó sin trabajo nuevamente porque su patrón  se molestó por los constantes citatorios que le llegaban para que ella arreglaba su problema legal.

“Tengo qué ver por mis otros hijos… no me alcanza el dinero para el primero”, señaló durante la diligencia.