No hay que apostar borracho. Bah, no sabemos si estaba borracho, pero sí hay una realidad Brian Zembic está completamente loco. O al menos lo estaba en 1997, cuando le apostó a un amigo que se pondría senos si le pagaba 100 mil dólares. El dinero llegó y él debió pasar por el quirófano.

La reacción posterior del que puso el dinero fue digna de una película de Jim Carrey y Zembic la recordó: «La primera vez que se los mostré a mi amigo, él se rió durante 10 minutos y dijo: ‘son los mejores 100 mil dólares que he perdido nunca’”.

Zembic es un mago canadiense y un apostador empedernido y en los términos originales de la apuesta también acordaron que le daría 10 mil dólares por cada año que los tuviera puestos. Bueno, ya lleva 10, o sea, ya duplicó el dinero original por el cual se implantó las prótesis mamarias.

Ahora ya cumplió una «década» con sus mamas y se niega a quitarse los implantes, considera que sus pechos ya forman parte de su vida. «Podría decirse que es como mi madre y mi padre al mismo tiempo», afirmó según el Daily Mail, su hija, de 13 años.

Fuente: Locomundo