El ex rector de la UNAM José Sarukhán dicta magna conferencia en el
FICMaya 2013.
 Mérida, Yucatán, 31 de octubre de 2013.- El reconocido biólogo mexicano, José Sarukhán Kermez, convocó a retomar los elementos del modelo agrícola de los mayas para generar proyectos que combinen la conservación ecológica con la viabilidad económica.
Durante su participación en el Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2013,  el coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) refirió que las formas actuales del cultivo, a diferencia de las del ancestral pueblo, han alterado el hábitat de numerosas especies orillándolas al peligro de extinguirse, por lo que insistió en desarrollar esquemas que garanticen la preservación del capital natural y la producción económica.  
“El modelo agrícola implementado por los mayas transformó el paisaje de Mesoamérica, pero sin graves afectaciones a los ecosistemas. Sin embargo, hoy en día, tan sólo en esta zona donde se asentó esa civilización prehispánica se ha cambiado y modificado el 96 por ciento de las selvas y bosques, además de que entre 1975 y 2005 se perdieron más de dos mil hectáreas de manglares, lo que afecta a la vida marina y repercute en la pesca”, recalcó.  
Al dictar la magna conferencia titulada “El capital natural del mundo maya”, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó que el bienestar social depende de diversos tipos de capital, siendo el natural el que se encuentra en la base del sistema económico y sostiene a los otros como el humano, social, manufacturero y financiero.
No obstante, señaló, no nos damos cuenta de eso y prueba de ello es que al haber una pérdida en las reservas monetarias internacionales todos entran en alerta, pero eso rara vez ocurre cuando se extingue una selva o bosque.
Ante una nutrida asistencia, el especialista reiteró que el deterioro del medio ambiente, en particular la pérdida de bosques y selvas, así como especies animales, pone en riesgo tanto al medio ambiente como la viabilidad económica.
El también Premio Nacional de Ciencias y Artes expuso que aunque existen zonas protegidas, muchas de las especies animales y vegetales, así como diferentes ecosistemas se encuentran fuera de esas áreas, por lo que resulta indispensable trabajar con las comunidades para lograr una explotación sustentable del medio.
En ese sentido, Sarukhán Kermez mencionó que en Chiapas se trabaja con el árbol de chicle, a fin de producir goma de mascar natural que ha logrado ser comercializada con éxito en Europa, al igual que muebles producidos con madera bajo un esquema que permite la recuperación de los bosques.
Para el caso específico de Yucatán, comentó que se cuenta con una importante capacidad de producción apícola, además de que se trabaja con otros productos naturales que pueden ser explotados con técnicas innovadoras, como es el licor de henequén.
“Hay más de 600 productores comunitarios que trabajan con proyectos sustentables, que incluso han construido toda una cadena de valor agregado para la producción de muebles. Esto es algo por lo que hay que  luchar, buscando mercados que realmente hagan justicia al trabajo y esfuerzo de manejar los bosques de esta manera”, remarcó.
 Asimismo, el experto resaltó que es primordial involucrar a la sociedad en su conjunto en estos proyectos, porque de otra manera “no habrá forma de conservar la biodiversidad”. (Comunicado)