A maestra le salió lo fácil en fiesta de su hija de 16 años

La docente Rachel Lenhardt, de 36 años y madre de cinco hijos, protagonizó una escandalosa situación durante una fiesta celebrada en su casa de Georgia, en la que una de sus hijas, de 16 años, era la gran anfitriona.

Tras revelarse lo ocurrido esa noche, y la correspondiente investigación policial la mujer, que alcanzó un vergonzoso estado de ebriedad, tuvo que enfrentar siete cargos, ya que según se supo en la fiesta había drogas y exceso de alcohol para los menores.

Con el correr de las horas y cuando todos disfrutaban de la fiesta, la dueña de casa invitó a los jovenes a llevar a cabo un juego de mesa llamado «Twister», el cual es de contacto fisico y según las reglas de la señora, quien perdía debía quitarse la ropa.

En plena celebración, y tras consumir junto a los invitados gran cantidad de marihuana y alcohol, la mujer satisfizo sus bajos instintos con la humanidad de un muchacho de 18, puertas adentro de un baño lindante al living hogareño, donde estaba el grueso de la reunión.

Pero eso no es todo, ante un estado de ebriedad indisimulable, la docente tomó la decisión de comentarle a los chicos presentes, incluida su hija, que «todavía estoy exitada» acción previa a subir a su habitación para regresar con algunos juguetes sexuales y utilizarlos en plena fiesta.

Al terminar su manifestación sexual en público, decidió regresar a su pieza y dormir. Aunque para su sorpresa, cuando despertó estaba consigo uno de los jóvenes que participó del evento, sin ropa interior, y penetrándola. Y no era quien ella pensaba (el joven con el que había intimado en el baño) sino el novio de su propia hija.

Tras el terrible papelón, algunas sinceras charlas con su hija, y enfrentarse a la Justicia estadounidense, la docente tuvo que pagar miles de dolares para evitar ir presa, al tiempo que deberá realizar tareas comunitarias, quedando su situación como condenada a un año de prueba.

Fuente: Locomundo