Empresario meridano lleva a reparar su Rolex de $300,000 y se lo roban

El conocido empresario licorero yucateco Lázaro Achurea Fernández tuvo tan mala suerte que su reloj Rolex valuado en decenas de miles de pesos que llevó a reparar figuró entre los que se robó el hermano incómodo de un sacerdote meridano.
Pese a que pagó más de $300,000 por el reloj, el empresario tuvo que aceptar un pago de $270,000 por él.
Lo anterior quedó al descubierto una vez que se hizo público que mediante un “acuerdo reparatorio”, los conocidos “pájaros de cuenta” Carlos Enrique Sabido Ortega y José Angel Romero Sabido quedaron en libertad tras pasar varios meses presos por robar en la “Relojería Jesús Pasos R.”, de Plaza del Campestre.
Romero Sabido, hermano del sacerdote Augusto Romero, y su primo Carlos Sabido salieron del penal tras pagar 400 mil pesos, de los que a Manuel Jesús Pasos Alayola, dueño de la relojería, le tocó 120 mil; a Jorge Luis Gamboa Canto, en su carácter de representante legal de la “Inmobiliaria Secom del Sureste, Sociedad Anónima de Capital Variable, tres mil por el daño a su local.
Lázaro Achurra recibió 270 mil porque durante el robo no pudo recuperar su reloj “Rolex” que había llevado a reparar.
Durante el hurto, los sujetos se apoderaron de 86 relojes de diferentes marcas y modelos, 3 tres brazaletes, 18 bolsas transparentes conteniendo cada una a un reloj de varias marcas y modelos; una carcasa de reloj con brazalete de metal de color amarillo sin maquinaria y una mini lap top.
Se recuperaron la mayoría de los relojes, pero no el de Achurea Fernández, por lo que aceptó retirar la denuncia una vez que recibió el pago de $270,000 por parte de Romero Sabido.
El hurto ocurrió aproximadamente a la 01:00 del domingo 29 de noviembre pasado, cuando los primos se introdujeron al local número 3 del predio marcado con el número 250 de la calle 1 letra C por 38 y Avenida Prolongación Montejo, conocido como Plaza del Campestre, donde funciona la citada negociación.
Para acceder al lugar, efectuaron un par de boquetes en sendas paredes y se apoderaron de varias decenas de relojes de distintas marcas y modelos.
Sin embargo, minutos después, cuando uno de ellos salía por la parte de atrás de la citada plaza, fue visto por elementos de la policía estatal que efectuaban un rondín de vigilancia y notaron que metía un bulto sospechoso en la cajuela del Mercedes Benz, con placas YZJ-8125.
Vieron que llevaba una bolsa con relojes de diferentes marcas y modelos y cargaba un mazo.
En un momento dado, escucharon ruidos en el interior de la plaza y al inspeccionar, localizaron a su compinche con otra