Video: Cuidador de gatos mancilla la casa de su cliente

Audrey Yang, una mujer de Queens, Estados Unidos, contrató a la compañía Pet Parade pensando que iba a cuidar a su gato, mientras ella disfrutaba 19 días en las cálidas playas de Australia, pero el dueño de esta firma llevó a una mujer para tener sexo.

Anteriormente, la damnificada había colocado en su vivienda cámaras de seguridad, que podía monitorear online. Llegado el momento se llevó tremenda sorpresa, al ver a Ahmet Ozturk, el sujeto contratado, intimando en su propio sillon con una señorita.

En tanto, la buena reputación de la empresa era suficiente para que ella contrate sus servicios. Sin embargo, cuando vio que Ozturk ingresaba a su apartamento con una mujer y comenzaba a intimar como si se tratara de su casa, enfureció. A todo esto, el pequeño gato de Yang, que debía ser cuidado, observaba la insólita escena.

Las cámaras de seguridad instaladas en la vivienda tenían sensores y estaban conectadas a internet. El sistema enviaba un mensaje a Yang si se detectaba la presencia de personas extrañas. Ozturk había sido contratado para que fuera al apartamento cada día a las 15 horas. Pero la noche del 24 de mayo, llegó un mensaje de texto al teléfono celular de la dueña de casa. Eran las 21 y creyó que se trataba de intrusos que querían robarle.

Sin embargo, reconoció al cuidador de mascotas y vio cómo se ponía cómodo con su invitada. «Enfurecí. Le envié mensajes diciéndole: ‘¿Qué haces a esa hora en mi casa y con esa mujer?'», contó la damnificada al canal de noticias Pix 11 de Nueva York.

Por su parte, Ozturk nunca leyó los mensajes, mientras Yang veía cómo el amor entre ambos intrusos fluía de manera ascendente. Para resolver la situación, llamó a una amiga, quien fue hasta su apartamento y echó al cuidador de mascotas.

La cadena de noticias habló con el protagonista del hecho: «Me perdí en ese momento. No tenía intención de hacer eso. Estaba con una mujer que amaba los gatos, tiene dos… lo siento profundamente, nunca había hecho esto antes», subrayó el hombre.

Fuente: Locomundo