Agentes de la SSP detuvieron hoy a dos «cuidacoches» que laboran en las inmediaciones del penal meridano porque se enfrentaron a golpes por el control del territorio.

Las respectivas parejas de los sujetos también intervinieron en el «zipi zape» y se enfrascaron en un duelo de manotazos y arañazos, pero ellas no fueron detenidas.

La pelea  fue consecuencia indirecta de a construcción del túnel que unirá el reclusorio con el edificio sede de las salas de juicios orales, ya que la calle principal fue cerrada y uno de los «franelero» se quedó sin trabajo,por lo que fue en busca de una nueva zona, ya ocupada por el otro.

Según se averiguó, comenzó cuando el «franelero» Martín Cobá, quien se vio desplazado por la construcción del túnel, decidió mover su espacio hasta una zona enfrente de los juzgados penales, donde lleva años operando Juan Méndez Madrigal (a) “El Negro”, quien trabaja ahí con su mujer.

“El Negro” consideró que había competencia desleal cuando vio que su contraparte le cobraba al conductor de un vehículo que había cuidado.

Le fue a reclamarle al «invasor» y se dieron de empujones y manotazos, llegando luego a una pelea a «puño limpio»

Como fieras heridas, las señoras Victoria Morales y Mirna Mugarte fueron a defender a sus hombres y también se enfrentaron, aunque ellas a jaladas de cabello, bofetadas y arañazos.

La situación empeoró cuando Martín empujó a Mirna, quien se fue de espaldas al suelo.

Sin embargo, la trifulca fue frenada por policías estatales que custodian los juzgados.

Juan se retiró momentáneamente bajo una cascada de insultos de su rival.

Al poco rato, los sujetos se dieron otro «tirito», por lo que llegaron elementos de  la unidad 2037, al mando del oficial Aldrin Aké May, y se llevaron preso a los dos rijosos.