Confiesa que mató a su patrón porque lo regañaba mucho en el trabajo
Eulalio Martínez Alcudia (a) “El Tabasqueño” confesó que asesinó a su patrón ‘al estilo narco’ porque lo trataba mal y lo regañaba mucho.
El sujeto, quien tambiénamenazó de muerte a una persona que atestiguó el crimen, aceptó su culpabilidad, buscando así una sanción menor a la que se merece moralmente.
Ya fue declarado penalmente responsable del delito de homicidio calificado, en un procedimiento abreviado, mismo que le concede beneficios legales como una sentencia benévola.
“El Tabasqueño” relató su participación en los hechos ante el Juez de Control del Tercer Distrito Judicial con sede en Valladolid, Manuel Jesús Soberanis Ramírez.
Según su dicho, el 20 de mayo de 2015, en el hotel “El Marqués”, en Espita, mató a su patrón el hotelero José María Bates Loría (a) «Pepe Bates», de 71 años.
Era empleado del hotel y, según dijo, estaba cansado de que su patrón lo regañara por cualquier cosa, pues incluso le echaba en cara que hacía su trabajo mal y de mala gana.
Entonces ideó matarlo, por lo que esperó a que se durmiera y luego lo atacó, amarrándole las manos con una soga y le dio de golpes con un palo.
Lo tiró de la hamaca y lo arrastró hasta el baño, donde le cubrió la cara con una toalla y con un extremo de la soga lo estranguló hasta matarlo., dejando el cuero colgado de los pies.
Indicó que los hechos fueron atestiguados por otro empleado, a quien había llamado para que lo ayudara, pero éste se negó y solo observó la forma en que “El Tabasqueño” le daba muerte al dueño del hotel.
El otro empleado no trató de evitar el crimen, ya que lo amenazaron con correr la misma suerte de su patrón, incluso luego fue amenazado con ser asesinado él y su hermanito si decía algo.
“Pepe Bates”, vivió en Isla Mujeres y luego regresó a Espita para atender los locales que tenía sobre la misma calle donde fue ultimado
Pese a que en la misma confesión se precisa el brutal ataque a la víctima, esto no será un agravante, sino por el contrario, el acusado recibirá una sanción benévola por el hecho de aceptar los hechos…ni modos, así son las leyes.
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