Marta Sánchez se desnuda para campaña contra el cáncer
La cantante española Marta Sánchez se desnudó a sus 50 años de edad, para promover una campaña cuya finalidad es detectar a tiempo el cáncer de mama mediante revisiones periódicas.
La intérprete ofreció una entrevista al periódico «El Mundo», en la cual confesó que nunca imaginó volver a posar sin ropa, toda vez que en 1991 se atrevió a hacerlo para la portada de una revista y tenía en ese entonces 25 años.
Ahora las causas son distintas y lo que movió su interés fue el motivo para realizarlo, además de recordar cuando su hermana melliza, Paz, falleció, y con ello perdió a su mejor amiga y confidente.
«Perdí a una hermana melliza con 38 años y para mí la vida, las horas y los días son demasiado valiosos para estar sufriendo. A la tristeza le pongo toda la energía posible para que se convierta en alegría», subrayó al rotativo, al cual agregó: «Como persona, a mí este desnudo no me aporta nada, te lo digo sinceramente.
«Pero cuando me dijiste que era para poner el foco en la lucha contra el cáncer de mama y que formaba parte de una iniciativa cuyo fin es entregar un cheque a la Fundación Fero, del doctor Baselga, posiblemente uno de los oncólogos cuya investigación contra esta enfermedad más respeto y sigo, pues bueno… Es un desnudo casi simbólico, más inocente del que hubiera hecho nunca… Y aquí estoy».
Indicó que a su hermana le gustaría, donde quiera que se encuentre, que nunca hubiera un no por su parte en todo lo que pueda colaborar, aunque sea algo tan difícil para ella como estas fotos.
«A mis 50 le he echado valor, pero no más del que tiene la gente que lucha contra la enfermedad o quienes intentan encontrarle remedio. Eso sí que tiene un precio incalculable.
«También pensé que si posar así y hablar de este tema puede hacer ver a una sola mujer, una, que las revisiones anuales son obligatorias, me siento más que pagada. Y sobre todo, no quiero morirme sin escuchar en un telediario que el antídoto contra el cáncer ha sido encontrado».
La cantante no es ajena a este mal, pues en carne propia vivió la enfermedad, por eso de manera anual en agosto se hace un chequeo, ya que hace tres años le detectaron un tumor en el aparato digestivo que tiene bajo control.
«Tuve cuatro consultas, dos terroríficas que pronosticaban que terminaría en silla de ruedas y otras dos donde me aseguraban que era benigno, como resultó ser. Así que ando más relajada, porque soy bastante aprensiva. Pero he aprendido a vivir con él. Un amigo osteópata me dijo que debía vivir dándole la importancia justa».
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