Se quedan sin clases de pintura por dos focos fundidos

Debido a la desatención del Ayuntamiento de Mérida, alumnos del Centro Cultural Wallis suspenden sus clases de pintura cuando el Sol ‘se va’.
«¡Apúrense, apúrense! ya se va a terminar la clase…ya se va a meter el Sol» -se escucha decir a la maestra Agarena Sosa todos los lunes y viernes que se imparten las clases en ese lugar.
Ello se debe a que las clases se imparten en el pasillo de la vieja casona y las lámparas en esa zona están fundidas, de manera que los alumnos no pueden seguir pintando una vez que entra la oscuridad.
Ya han reportado esta carencia al Ayuntamiento de Mérida, pero no les hacen caso, de manera que ya se acostumbraron a suspender las clases e irse antes de tiempo.
Los alumnos al parecer tendrán que esperar a la primavera, cuando es más tarde cuando oscurece debido al cambio de horario.
El cambio de horario que se avecina, aumentaría el problema, pues ya no llegarán ni a las 6 de la tarde pintando.
La clase de pintura la toman una veintena de alumnos, destacando un niño de 12 años y varias mujeres de más de 70 años.
Resignadas, las mujeres de la tercera edad lamentan que el Ayuntamiento meridano no apoye a las ‘viejitas’ que prefieren aprender algo nuevo que quedarse en casa a ver telenovelas.
El nivel de las clases de pintura en el lugar es tan alto que hay alumnos de colonias bastante lejanas al lugar y ni así les han querido cambiar las lámparas o poner un par de focos temporales en el corredor.
Las demás clases funcionan hasta más tarde, como las de danza, dibujo, guitarra, violín y piano, porque si hay salones para estos grupos.
Recientemente, durante una muestra de altares, una funcionaria del Ayuntamiento de Mérida ofreció atender el problema de los focos fundidos, pero los alumnos dicen que…»ya lo veremos».