Momentos de tensión se vivieron esta tarde en una parte de Progreso, luego de que un operativo policiaco derivó en un enfrentamiento entre pescadores y policías.

El zafarrancho estuvo a punto de terminar en una tragedia, pues los pescadores progreseños estaban incontrolables y amenazaban con rociar gasolina sobre los vehículos policiacos,  obligando  a la policía a realizar disparos al aire,

La Secretaría de Seguridad Pública informó esta misma noche, después del incidente, que los agresores son pescadores de otros estafos que han llegado a depredar el pepino de mar y además aparentemente se dedican también a robar en casas y embarcaciones,

La corporación señaló que su intervención en esos hechos  fue a solicitud  de diversas instancias sociales que  informaron su descontento porque personas foráneas se  encuentran violando la Ley de Pesca al no respetar la veda de pepino de mar y siguen depredando la costa yucateca,.

En el operativo  participaron Capitanía Regional de Puerto, Conapesca, Profepa, Sedena, Semar, PGR, Policía Federal, SSP, Fiscalía General del Estado y se decomisaron  7 lanchas.

La SSP informó que a las catorce horas se realizó una visita de inspección a la caleta de Yucalpetén, donde hay varias denuncias anónimas porque en ese lugar existen más de ciento cincuenta embarcaciones sin matrícula,  permisos, con motores de caballaje mayor al permitido e incluso compresores de aire para buceo.

Al llegar la autoridad y comenzar a realizar sus trabajos de investigación, fueron agredidos por un numeroso grupo de sujetos, que se presume se dedican a estas actividades ilícitas y ante esta situación se solicitaron refuerzos  para restablecer el orden y garantizar la tranquilidad de la población.

La Caleta es usada como embarcadero de lanchas dedicadas a la captura ilegal de pepino de mar, por lo que se decomisaron varias lanchas sin matrículas.

 La situación derivó en violencia cuando decenas de pescadores se organizaron y arremetieron contra los agentes en venganza por el decomiso de lanchas.

Luego, los pescadores atacaron con piedras a los agentes, lesionando a dos de ellos, incluso amenazaron con rociarles gasolina para prender les fuego.

Está situación obligó a que policías y agentes federales lanzarán gases lacrimógenos y disparos al aire para calmar a los pescadores.

Poco después llegaron desde Mérida unos 100 agentes de refuerzo de la SSP, quienes lograron detener el ataque y retuvieron a 20 pescadores, aunque finalmente no fueron encarcelados