Toda una vida distribuyendo leche para las familias en Teya

Para Mirza María Hau Mukul y Leobardo Medina Núñez, un matrimonio del municipio de Teya ubicado a poco más de una hora de la capital yucateca, distribuir la leche Liconsa les hace recordar toda una vida juntos.

Con 72 años de edad los dos y más de 30 años ayudando a nutrir a los pobladores de esta comunidad, doña Mirza y don “Bach”, como le conocen sus vecinos, el tener su pequeña tiendita de abarrotes, y contribuir con Diconsa y Liconsa, les ha llenado de grandes experiencias.

-El me ayuda mucho aquí en la tienda. Hace unos 20 años perdió por completo la vista pero me ayuda mucho al momento de cobrar y sacar cuentas -relata doña Mirza al referirse a su esposo y sus vidas unidos como pocos matrimonios pueden presumir hoy día.

Con paso cansado y sin vista, aunque siempre amable y bromista, don “Bach” presume esa memoria de calculadora y fotográfica que lo han caracterizado, hablando de los años cuando inició junto con su esposa la venta de Leche Liconsa, a finales de la década de los 80.

-Recuerdo cuando venía (la leche) en bolsas transparentes y líquida, era lo mejor que había, y con eso crecían los chamacos sanos y fuertes. Era una gran ayuda en ese entonces y hoy día que bueno que se mantiene cerca en especial de los que menos tienen –dijo don “Bach”.

El gerente de Liconsa en Yucatán, Efraín Rivero Euán, agradeció a doña Mirza y don “Bach” que le abran las puertas de su negocio.

-Es bueno ver que tienen una tiendita de mucha tradición aquí en Teya, y quiero agradecerles nos apoyen ayudando a acercar la leche de calidad a los habitantes de este municipio –dijo el delegado de Liconsa.

-Bueno, eso también ha sido por un poco de suerte. Con trabajo, dedicación y dos veces pegarle a la lotería hemos salido adelante, -comentó don Bach entre risas y bromas.

Y es que resulta que dos veces ha ganado premios económicos considerables, con lo que ha podido invertir en su pequeño comercio, además de mantenerlo siempre en orden y sobre todo bien surtido.

-Mientras Dios nos preste vida y salud, seguiremos al frente de nuestra pequeña tiendita –comentó don Bach, antes de retirarse a descansar, comentario que el delegado de Liconsa agradeció por ayudar a que los habitantes de Teya a que tengan segura en su mesa la leche de todos los días.