Pese a que tenía «la mesa servida» con una rueda de prensa, Jesús Pérez Ballote, presidente del PAN en Mérida, desaprovechó la oportunidad de aclarar el lío en el que se ha metido por el caso de las calles dañadas con ácido, cuya autoría ahora se le atribuye moral y legalmente.
A toda costa, Pérez Ballote evadió el tema principal de las acusaciones vertidas en su contra hoy mismo por su chofer Christopher Guillermo Rubio Herrera ante la Fiscalía General Especializada (FGE).
Hizo un leve intento de defenderse haciendo acusaciones contra el Gobierno del Estado.
En la conferencia de prensa, donde se esperaba que el dirigente blanquiazul respondiera sobre las acusaciones que se le realizaron por la mañana, se limitó a desviar la atención con acusaciones y hechos hipotéticos hacia el Gobierno del Estado.
Exhibió ‘pruebas’ pero son las mismas que exhibió Pérez Ballote el pasado primero de junio cuando expuso ante los medios de comunicación un audio.
Incluso hoy mostró un power point que contiene fotos y datos supuestamente de origen desconocido que circularon por las redes sociales desde el jueves pasado.
Esto llamó la atención porque al mostrarlas como investigación propia hace evidente que el PAN las operó desde portales nacionales para desprestigiar la imagen de un cercano colaborador del gobernador Rolando Zapata Bello.
Ante el cuestionamiento de su relación con Christopher Guillermo Rubio Herrera, el dirigente panista reconoció que es su chofer y trabajó con él durante varios años, e incluso el día de ayer paso a cobrar a las oficinas.