Los sicarios tabasqueños Jonathan Mézquita Avalos y Oscar Miguel López Tovilla comparecieron este lunes en el proceso que se les sigue por el asesinato de la señora Emma Gabriela Molina Canto.

Lo hicieron para que se les tomaran sus huellas dactilares, a fin de ser cotejadas con las halladas en el Econotaxi en el que huyeron después de matar a su víctima, de manera que se considera relevante esta prueba, pues dejaría fuera de duda su participación en el crimen y vincularía a los demás implicados.

La diligencia se realizó a petición de los asesores de la señora Ligia Canto Lugo, madre de la víctima, y de la Fiscalía General del Estado, que hicieron la solicitud al juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero

Luego de escuchar los motivos, el juez Mugarte Guerrero ordenó que se les tomaran las huellas.

Asimismo, se informó que el 2 de octubre vence el plazo para obtener y presentar evidencias o datos en contra de los tabasqueños., contratados presuntamente por Rogelio César Reyes Barrueta (a) “Huero”, quien a su vez fue contratado por Martín Alberto Medina Sonda, ex esposo de la meridana asesinada.