El diputado federal Jorge Carlos Ramírez Marín advirtió que la violencia contra la mujer en Yucatán es un problema grave, pues dos de cada tres han sufrido algún tipo de agresión, lo que coloca al estado en el séptimo lugar nacional, y casi nueve de cada diez no acude ante las autoridades a denunciar los hechos.

Se trata, dijo, de un problema relacionado con la educación que se le da a los hijos en el hogar, asignándoles roles diferentes y haciendo sentir al varón superior en derechos a las mujeres, sin que exista ninguna justificación al respecto.

Lo grave, abundó, es que la mayoría de los hechos violentos contra las mujeres ocurre en casa, de manos del novio, el esposo o un familiar, de manera que desterrar la violencia contra la mujer empieza en casa, en la propia familia.

Compartir las responsabilidades en el hogar desde niños, dándoles los mismos derechos y obligaciones, sería un buen inicio para acabar con la violencia contra las mujeres, subrayó el legislador yucateco.

Estos y otros conceptos surgieron de la exposición del diputado en la «Presentación de la estrategia municipal para la prevención y atención a la violencia contra las mujeres», que se llevó a cabo en Telchac Pueblo, en un evento encabezado por la maestra Martha Góngora Sánchez, subsecretaria de Prevención y Seguridad Pública del gobierno del Estado y el alcalde Carlos Cabrera Rivero.

En el acto, realizado en la terraza del Palacio Municipal, cuyo edificio se iluminó de color naranja con motivo de la no violencia contra las mujeres, estuvieron también Manuel Ruiz Mendoza, subdirector de Salud Mental; Inés Cruz Camejo, jefa del Departamento de Igualdad de Género; Jenny Sánchez Palacios, jefa del Departamento de Violencia Intrafamiliar de la Secretaría de Salud; Claudia Inurreta Inurreta, presidenta del DIF Municipal, y los alcaldes Víctor Poot Ayala, de Cansahcab; Aarón Díaz Santos, de Dzoncauich, y Julio Villanueva Rivero, Dzilam Bravo, entre otros funcionarios e invitados.

En su intervención, ante decenas de vecinos, Ramírez Marín señaló que es inadmisible cualquier tipo de violencia contra las mujeres y urge hacer algo para abatir este problema: «La violencia que más duele es la que pasa dentro de la casa, de la familia. Le hemos dado a la mujer derechos políticos, derechos humanos, pero todavía no cambiamos lo principal: no le hemos dado la fuerza donde primero la necesita, en la casa», advirtió el legislador.

«¿Y cómo lo podemos hacer?, dándole más oportunidades de educación, de trabajo, de superación, la seguridad de que su vida como persona no termina cuando se casa y empieza una familia, al contrario, empieza una vida con más posibilidades porque ahora es entre dos», indicó.

«Los hombres tenemos que tratar a la mujer como lo que es: un ser humano completo, cuidar su dignidad implica cuidar su futuro, su desarrollo, y eso empieza con los niños y en casa, allá tenemos que lograr el cambio», explicó el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.

«Cuando no podemos trabajar juntos, cuando no hay un trabajo en equipo del hombre y la mujer, cuidándose y respetándose, la casa pierde, porque hay una resta, no una suma», subrayó.

«Todos los días hacemos anuncios importantes con respecto a los derechos de las mujeres, pero en el 95% de las casas la mujer sigue siendo la responsable de tres tareas fundamentales: la limpieza, el cuidado de los hijos y la alimentación, lo cual no es posible, hay que empezar en casa compartiendo tareas, esfuerzos y metas», enfatizó el diputado.

Ramírez Marín afirmó que pocos gobiernos como el de Rolando Zapata realizan esfuerzos para abatir este problema, con estrategias que llegan a los municipios y acciones en materia de seguridad y justicia, atención de casos en sitios especializados y con especial énfasis en materia de prevención.

«Lo que nos falta es llegar a la casa, donde empiezan a ocurrir las cosas y donde corremos el riesgo de que también allí terminen, pero vamos por ese camino y esto no es solo tarea del gobierno, sino fundamentalmente de nosotros como sociedad», apuntó el diputado, en aplaudida intervención.