Lo de hoy ya no es robar bancos, sino ‘bitcoins’
Los asaltos a mano armada a bancos están en vas de extinción, pues lo de hoy parece ser los robos millonarios a empresas operadoras de monedas virtuales.
Para ello, los ladrones ya no usan pistolas, metralletas u otras armas de fuego, sino que se valen del ‘hackeo’ para saquear a las empresas que manejan grandes recursos a través de las monedas virtuales.
El más reciente ejemplo de un robo virtual fue el que sufrió Tether, una compañía que tramita intercambios de bitcoines.
La empresa anunció este martes haber sufrido a manos de un «atacante malicioso» un robo de monedas digitales equivalente a más de 30 millones de dólares.
Este incidente es el último de una serie de ciberataques destinados a robar criptomonedas de este tipo de plataformas, los cuales se llevan a cabo de diversas formas.
Uno de los métodos consiste en atacar directamente la plataforma. Por ejemplo, la ‘startup’ israelí CoinDash, un sitio de intercambio de ether, se vio comprometida en julio justo cuando intentaba recoger dinero de inversionistas: los delincuentes redirigieron su página hacia una falsa, lo que provocó daños por cerca de 7,5 millones de dólares, informa CoinDesk.
Infiltrarse en la base de usuarios de los sistemas es otra de las opciones. Bithumb, el mayor mercado de bitcóin de Corea del Sur, reportó ese mismo mes una fuga de información sensible —nombres, números de teléfono, direcciones de correo electrónico— de alrededor de 30.000 usuarios, que ocasionó la pérdida de cientos de miles de dólares en un esquema de ‘phishing’.
Otra forma de hacerse con dinero digital es el ‘secuestro’ de información. También en julio, un ‘hacker’ en Bélgica obtuvo datos sensibles de medio millón de pacientes del recurso médico Digitale Wachtkamer, según informa Voice of People Today. Similar a los secuestros en el cine, el delincuente envió una carta al portal exigiendo 42 bitcoines (unos 85.000 dólares en ese momento) por el regreso de la base de datos ‘rehén’.
Por último, los servicios de intercambio de criptodivisas también han violado la seguridad de sus propios usuarios. En agosto, Bitcoin.de —el mayor intercambio de esa moneda en Alemania— accedió a un pedido de la Policía y le transfirió datos sensibles, entre ellos direcciones IP y detalles e historial de transacciones, sin una orden judicial de por medio.
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