Es dueño de la casa, el yate y la pintura «más caros del mundo»
Según acaban de confirmar varios medios, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed ben Salmán, que recientemente encabezó una represiva operación contra la corrupción en el reino, es el propietario de «la casa más cara del mundo».
Se trata del Château Louis XIV, un palacio construido en 2011 en la comuna francesa de Louveciennes, cerca de París.
De acuerdo con The New York Times, la propiedad, de unos 5.000 metros cuadrados, fue adquirida por Mohamed ben Salmán por más de 300 millones de dólares en 2015, pero la identidad del comprador no se había revelado hasta ahora.
El medio también atribuye al príncipe varias recientes adquisiciones extravagantes, incluido un yate de 500 millones de dólares y una pintura de Leonardo da Vinci de 450 millones que fue calificada como el cuadro más caro en la historia del arte.
Sobre el palacio, se informó que el príncipe lo adquirió a través de varias compañías en Francia y Luxemburgo pertenecientes a Eight Investment Company, una empresa saudita dirigida por el director de la fundación personal de Mohamed ben Salmán.
Los asesores de los miembros de la familia real señalan que el castillo en última instancia pertenece al príncipe heredero, recoge The New York Times.
Después de que Mohammed ben Salmán, el heredero de Abdelaziz ben Salmán, obtuviera a principios de noviembre el control de un amplio comité anticorrupción, en el reino saudita empezó una campaña de lucha contra la corrupción y el enriquecimiento propio que varias voces consideran una estrategia del príncipe para eliminar a sus adversarios políticos.
Once exministros y docenas de príncipes sauditas fueron arrestados o detenidos por cargos de corrupción o malversación financiera.
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