Luego de no resolver en la «mediación» su problema legal, Jesús Guevara Ortiz fue imputado por un presunto fraude que cometió con unas tierras que después vendió y fraccionó para beneficio de otras personas.

A él lo acusa su amigo Rodolfo de Jesús Rico Sierra, con quien hace unos días buscó llegar a un acuerdo, pero no prosperaron las negociaciones.

Entonces, se programó una audiencia y el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero lo imputó por el delito de fraude.

No lo dejó en prisión, pues le impuso la obligación de acudir a firmar al Centro Estatal de Medidas Cautelares; depositar una garantía económica de 30 mil pesos; no salir del Estado sin autorización judicial, y sometimiento y vigilancia del mencionado organismo.

El expediente indica que en diciembre de 2012. Guevara Ortiz le ofreció en venta a Rico Sierra un terreno denominado “La Esperanza”, ubicado en Dzilam de Bravo, en la cantidad de 100 mil pesos.

Le dijo que era una buena oportunidad y como ya había realizado con él otras operaciones sin problema alguno, Rico Sierra decidió comprar.

Se cerró el trato el 14 de diciembre, recibiendo el vendedor el dinero acordado y firmó un documento para formalizar la compraventa, comprometiéndose a no firmar alguna enajenación a persona distinta.

Sin embargo, a mediados de mayo de 2016, el comprador se enteró que Guevara Ortiz había dividido y vendido por partes ese terreno a unas personas de la localidad, por lo que decidió denunciarlo y hasta ahora empieza a ver algo de justicia.