Dos hermanos de Valladolid se unieron a la lista de yucatecos asesinados por el crimen organizado en Quintana Roo.

Ahora fueron Pablo Enrique y Rafael Chimal Loeza,hermanos que dejaron desde hace varios años su tierra para buscar mejores oportunidades de trabajo en el vecino estado.

Y las encontraron, pues lograron poner y fomentar un taller mecánico y de herrería , pero también hallaron la muerte.

Ambos fueron acribillados a las puertas de su taller, en Puerto Morelos, hechos ya relacionados con el crimen organizado.

Fueron ejecutados en las inmediaciones de la Región 200, en el asentamiento irregular “La Jungla”, recibiendo más de 30 disparos.

Los cuerpos quedaron tendidos en la vía pública, incluso uno de ellos con el rostro desfigurado, debido a los impactos recibidos.

Pablo y Rafael iban en motos, pero fueron acribillados al llegar a su taller.

Algunos testigos refirieron haber escuchado un vehículo salir huyendo a toda velocidad luego de que se dejaron de escuchar más de 30 detonaciones por arma de fuego.

Los hermano Pablo Enrique y Rafael Chimal Loeza, nacieron y crecieron en Valladolid, en el barrio de Santa Lucía, en el seno de una familia humilde y trabajadora.

Ya adulto, se casó con una de sus vecinas y se fue a vivir a Puerto Morelos, donde llegó después Rafael y juntos instalaron un taller mecánico y de herrería.

Pablo Enrique y Rafael, de 45 y 25 años de edad, sólo regresaban a Valladolid de vacaciones o a visitar a sus familiares.

Apenas este mismo mes fue asesinado Juan Miguel Flores Navarrete, un meridano radicado en Tulum, en un crimen también relacionado con el crimen organizado.

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