El miércoles deciden si liberan a karateca golpeador

Será hasta el próximo miércoles cuando se decida si continúa o no preso el joven tabasqueño acusado de propinarle tremenda golpiza a su novia meridana.

Ese día, a las 12 horas, se realizará la audiencia de vinculación a proceso y en ella, la juez, Blanca Beatriz Bonilla González, resolverá la situación jurídica del imputado.

Las posibilidades de que al agresor Cristhian Contreras Domínguez se le otorgue la libertad condicional mediante el uso de un brazalete electrónico no son altas, pero podría recibir algún otro beneficio, como la reclasificación del delito, toda vez que está acusado de feminicidio agravado en grado de tentativa y se le atribuiría algún otro menos grave, como lesiones y con ello ya no recibiría una condena mayor.

En la audiencia inicial la juez calificó de legal la detención y el tabasqueño, de 22 años, se reservó su derecho a declarar, previo asesoramiento de su defensor particular, además de que solicitó el plazo de 144 horas para resolver su situación jurídica en la audiencia de vinculación.

En este plazo, la defensa del acusado busca aportar algún testimonio para desvirtuar la acusación en su contra o para que el delito se re clasifique y con ello obtener la libertad condicional.

La Fiscalía se opone a ello porque se le acusa de un delito grave y porque al ser oriundo de otro estado podría fugarse.

Como informamos, el sujeto, presunto practicante de artes marciales, fue detenido por agredir a su novia Andrea Carrillo Mendoza, de 20 años, en su casa de la colonia Benito Juárez Norte.

En la carpeta de investigación se señala que el pasado 7 de noviembre alrededor de las 9 de la mañana, ambos se encontraban en la misma casa cuando la joven despertó y vio que su novio se encontraba postrado frente a la computadora.

Al acercarse, le preguntó que le sucedía y el sujeto le comenzó a reclamar por una foto que había visto. Le dijo que era “zorra” y “facilota”.

De la nada comenzó a agredirla física y verbalmente, por lo que los vecinos escucharon los desesperados gritos de ayuda de la mujer y llamaron a la policía.

Consta que la golpeó con el puño cerrado, después tomó una madera con la que se colgaban chamarras y la atacó.

Enfurecido, Cristian le dijo que se fuera, por lo que ella tomó sus cosas y se dispuso a retirarse del lugar. Sin embargo, el sujeto la detuvo y le propinó una nueva golpiza, incluso la tomó del cuello tratando de ahorcarla, hasta que ella sintió que ya no podía respirar y cayó al suelo.

No conforme, el atacante la pateó y tomó un látigo con el que también la atacó y le dejó varias heridas en el cuerpo, incluso la hizo sangrar por el oído derecho.

Como pudo, la víctima tomó su celular y le llamó a su tía para que le pidiera un vehículo de Uber. Al salir de la casa se encontró con una patrulla y les contó a los oficiales lo que le había sucedido, brindándoles las características del atacante.

En ese momento, Cristian abrió el portón de la casa y salió en busca de Andrea para tratar de meterla por la fuerza. Los agentes al ver las condiciones de la mujer y al verificar que el sujeto tenía las mismas características que les habían proporcionado, procedieron a detenerlo.

El estaba intoxicado con cannabis y benzodiazepinas.